jueves, 6 de marzo de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Perotes


                                               

A los de Álora - a poco más de 38 kilómetros de la capital - barrunteros a la sombra de El Hacho nos llaman, los de los pueblos vecinos, y otros, que no los son, perotes. A nosotros no nos molesta. Nos sentimos orgullosos de ser perotes. ¿A que suena hasta bien? Perote… Pruebe. Silabee: Pe-ro-te.

A los de otros sitios los llaman con nombres muy raros: calagurritanos, bilbilitanos, vallisoletanos…A mí ¿qué quieren que les diga?  me parece más bonito eso de que nos llamen ‘perotes’… Carpetovetano puede ser cualquiera, pero ¿perote? Perote, sólo, puede ser uno que remanezca del Lugar.

El perote – la abuela bien, gracias – como la media verónica, incompleto pero genial; buena gente: “brutos, pero nobles”. Dele la mano Majestad, cuentan que terció el marqués de Sotomayor, al Rey Alfonso XIII, cuando al abrir la portezuela del tren correo, que paraba en la estación, de sopetón uno “adelantadillo”, le ofreció la mano y le dijo: “Alfonso, chócala ahí, por ser la primer vez que nos vemos”. El Rey se quedó como un poco cortado y, fue entonces, cuando lo del marqués.

Sorprendentes.

Pedro, - llega, con un apósito que le abarca media cara al mostrador del entonces Banco Central - ¿qué te ha pasado?

-“ Na, que me han sacao un ojo”…

Agudos.

Vivía del cuento; la mujer partera, y van le ponen de mote: “pan de higo”.

Pragmáticos.

“¿La política en el pueblo? Un cebadero con cinco comederos y siete ‘comensales’ No es exactamente así, pero…eso era antes de la guerra, no sea mal pensado, hombre.

Como es normal nos llevamos mal con los del pueblo vecino - aunque los de aquí van a casarse allí, y los de allí vienen…- pues ya se sabe. Podemos pedirle a un perote, cualquier cosa, la proeza más grande. Se desvive por hacerla. Como el vuelo de la perdiz muy intenso, pero muy breve. Un perote no faltará nunca, la mañana del Viernes Santo, a la Despedía (que no es despedía sino reencuentro).


Si usted, por un casual, se entera de donde viene el gentilicio, todos se lo vamos a agradecer que nos lo diga. Lo del tal don Pero y los Reyes Católicos, y esas cosas, como que no… Ah, no le haga caso – y que no sirva de precedente – por esta vez al diccionario. La palabra, por aquí, nada de despectiva, sino que a mucha honra...

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