martes, 30 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Punto y seguido..
El torcal. Antequera (Málaga)
Septiembre, 30 martes
El pasado 25 de septiembre, jueves,
festividad de san Ermenfrido, abad terminé de recopilar unos artículos de viaje
(Tomo I). Recojo puntos de nuestra
tierra. Esos viajes los he hecho en diferentes épocas y a lo largo de mi vida.
Los he titulado: España, sin ir más lejos.
El primer artículo - otros, no -
se publicó en el Diario Sur de Málaga, el domingo 21 de julio de 1991, España
desconocida. Además de la literatura se aportaba información: Cómo ir, dónde
alojarse, qué comer, qué comprar o cuáles eran los puntos de posible interés
para el viajero. Se ilustraba con una fotografía en blanco y negro (lo que entonces
había) y un mapa. Tenía de espacio una página en el extra del domingo. Agradecí
y lo reitero la confianza que entonces, Joaquín Marín, que en Paz descanse,
director del periódico, depositó en mí.
Ahora, he empezado a recopilar
los artículos. Cuando comencé esta aventura no usábamos ordenador y el instrumento
se llamaba Hispano Olivetti comprada a plazo ¡Y le saqué un rendimiento…!
Este primer volumen recoge cien
artículos. Por orden alfabético comienza: Al otro lado de Tartesos y
termina en Yanguas. El volumen tiene 332 páginas y cantidad (no la he
contado) de fotos en color.
He creído oportuno suprimir la
información adicional de la que hablaba antes porque con el paso del tiempo
parte de lo que se recoge ahí ha quedado obsoleto. Donde había una pensión de carretera
hoy hay un hotel de varias estrellas; donde había un mesón ya no está; la vieja
carretera que subía el puerto por una calzada de mal asfalto, ahora cruza de un
lado a otro por un túnel y, además, algunos gratis.
Este libro no lo voy a publicar.
El coste de esta edición, en color y tan voluminosa, excede de mis posibilidades.
Es demasiado para mi economía. Es una obra que no tiene una referencia netamente
local y no acudo, por tanto, a la ayuda de nuestras Instituciones. Me han ayudado
muchísimo con otras obras (que yo las he donado) y lo agradezco a nuestra Corporación
Municipal y a Diputación.
Cuando esté impresa en
fotocopias, si alguien tiene interés en consultarla, mi casa está a su disposición.
Quedamos una tarde… Libro que se presta, libro que no vuelve. Perdonad que hoy
haya hablado de mí…
lunes, 29 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ¿Margaritas en otoño?
Septiembre,
27 lunes
Llamó
hace unos días el otoño a las hojas del calendario. Vino como suele hacerlo:
calor de mediodía arriba y un poco de fresco de madrugada; al amanecer, si el
aire es de arriba, o sea, seco, aparecen las primeras escarchas y en las
umbrías, incluso gotas de rocío.
Decía
la copla: “Por la mañana el rocío / al mediodía, calor / por la noche los
mosquitos / no quiero ser labrador”. Abarcaba de solo a sol. Ya se sabe quién se
arrima al campo, como poco se trae polvo en los zapatos.
Dicen
los golosos que es también el tiempo de las mermeladas. Según que sitio le dan
otros nombres y en función de la materia prima que entra es su composición se
conocen por: carne de membrillo, compotas, jalea, (si es de abeja, entonces, sube
de categoría y se le llama ‘jalea real’, calabazate, arrope, y si me apuran
pues mermelada de ciruela, higos, melocotón, albaricoque, manzana, pera… La
imaginación y el arte de la repostería no tiene límites.
Hay
también un tiempo mientras llegan las lluvias. Hoy en Levante, ya están
haciendo de la suyas y me ha hecho gracia, maldita gracia, una señora que ha
dicho en televisión “es que hay zonas inundables”- que se llama la sanmiguelá,
en torno a la festividad, de hoy, del arcángel. Tiempo de tormentas, seco y
caluroso…
Ya
deben estar hechos los barbechos y dentro de nada vendrán las sementeras. Lo
que no hay son flores silvestres. El campo está traspillado, agostados los
pozos y no corren las cañadas. Todas las florecillas de primavera no
resistieron los rigores del estío y ahora, aguardan el ciclo de la vida para
luego, cuando corresponda, vestirán de colores los campos.
Han
florecido las batatas de Jerusalén. Siempre florecen en otoño, aunque haga
calor como lo hace ahora. En mi pueblo las llamamos margaritas, pero no lo son.
En mi pueblo a muchas cosas les cambiamos el nombre y, luego, pasa lo que pasa.
Por ejemplo, a la fiesta más grande que se celebra en la mañana de Viernes
Santo se le llama Despedía y es el mayor de los reencuentros…. Menos mal que con
las “margaritas” salvamos los muebles.
Tienen
una belleza impactante. Hay lugares donde sus bulbos porque es una planta
rematada en flor, son comestibles. Su nombre ciéntifico es Helianthus
tuerosus. Su inflorescencia, una cabeza floral, amarilla de 5 a 10 cm de
diámetro. En otros lugares la llaman, también, alcachofa de Jerusalén.
domingo, 28 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. A Madrid no ha llegado el otoño
Parque de la Quinta de los Molinos
Domingo,
28 de septiembre
Madrid ciudad
que acoge en todos tiempos, espera, como esperamos todos, la llegada del otoño.
A Madrid, don Antonio Machado la definió “rompeolas de las Españas”. De todos
los puntos los forasteros llegamos a Madrid y a nadie se nos pregunta de dónde
somos o de dónde venimos y en ese momento nos bautizan como viajeros. Otros, en
cambio tienen otras maneras de viajar. Esos llevan el letrero que no hace falta
leerlo. Dice que son turistas.
Madrid
está a tope. No se cabe. De hecho, en cualquier lugar de España ese fenómeno
ocurre con mucha frecuencia. En Madrid solo se le reclama al que llega dos
cosas: ir con los ojos abiertos y dinero. La primera vez que yo fui a Madrid,
en el Arco de Cuchilleros, un bocadillo de calamares me costó tres pesetas;
ayer, en el mismo sitio, en el cristal del escaparate estaba marcado 3’80 euros…
Se lo comenté a mi nieto; el me lleva por las calles y yo ‘se las cuento’.
Nos las
anduvimos desde muy temprano. Visita obligada a la librería de Viejo. Metro,
hasta La Latina. Un señor con rasgos sudamericano me cedió el sitio. (Abuelo, siéntate, me dijo mi nieto, nos
quedan nueve paradas). Por Duque de Alba y Tirso de Molina a Conde de Romanones.
13. Juanjo me tenía preparado el pedido;
luego le agrandé con algunos libros más - los viciosos no tenemos arreglo – y se
han venido conmigo varias obras de William Saroya, una de Angulo Íñiguez y otra, de Díaz Cañabate…
Luego,
el programa pedía visita a los bajos de la Almudena. Exposición de las
Colecciones Reales: Reyes Católicos, Austrias y Borbones. Oigan, si pueden y
les gustan esas cosas, no se la pierdan. No nos dio tiempo a ver las tres
salas. Es tal la información y la muestra que, si les digo que es algo excepcional,
pues eso…
Al
mediodía, yo siempre digo que no se pueden perder las buenas costumbres. El
Programa pedía visita al Sancta Santorum de la gastronomía de Madrid.
Sí, es lugar que está en Carrera de San Jerónimo más cerca de Sol que del Palacio
de la Cortes… Ese, ese… (Por eso hacía referencia un poco más arriba al poderoso
caballero del que hablaba Quevedo…)
Gran Vía.
Sol, Preciados, Callao, Jacometrezo (Tomamos, el 146, ¡Dios que frío con el aire
acondiciado) … Un ir y venir. ¿Cuántos pasaremos por allí, a lo largo en una
jornada? Por la tarde – Vimos a muchos con camisetas de sus equipos – fueron a
disfrutar o a sufrir – “el empate” del derby; nosotros no fuimos, Nos las anduvimos
por entre la frondosidad del parque… A Madrid aún no ha llegado el otoño.
viernes, 26 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Abanto
Septiembre, 26 viernes
El lenguaje del mundo del toro tiene una actualidad
asombrosa. Al igual esas personas – no me cabe duda que a muchas le mueven sentimientos
nobles; de otros, mejor no opinar – podrían echar un vistazo a como se ‘habla’
es ese entresijo de la sociedad.
Piensen en uns larga cambiada, faena de aliño, a
puerta gayola, en corto y por derecho, hasta la bola, suficiente, abrirse de
capa, con la muleta por delante, no perdió el sitio o sin sitio, amañado, aliño
… y podríamos seguir con una retahíla más larga.
Lo vemos en los telediarios o en cualquier medio
sobre todo en esas tertulias donde sus componentes saben de todo. No hay tema
que se le resista. Igual opinan de economía que del tiempo; del árbitro que
pitó o dejó de pitar, quiero decir que hizo sonar el silbato que tienen para
poder hacer que se interrumpa el juego y aplicar las leyes que se imponen. Da
igual
Hay demasiada irascibilidad en las personas que
en algunos momentos se gritan entre ellos de tal manera que, uno, en su
desconocimiento piensan que en algún momento pueden llegar a agredirse físicamente;
de la palabra ya lo hacen.
La crispación que nos transmiten de los órganos
institucionales de este país al que todavía damos en llamar España es algo
asombrosa. Se interrumpen, se insultan o se humillan y no se le muda el color
porque pienso – a lo mejor no es así y estoy equivocado – que cuando acabe la
sesión se van a encontrar en los pasillos. ¿Qué sentirán por dentro?
En el mundo de la tauromaquia existe el vocablo ‘abanto’.
El diccionario de las Real Academia lo aplica al toro del que se dice que tiene
“una embestida imprevista y desproporcionada". El maestro Barbeito en una
obra suya De lo cercano (2010), afirma“… que en un encierro de aguas,
corneó cuando iba abanto por los valles y decidió a capricho abrir en dos la
carne de la meseta altiva”. ¿Cabe más riqueza literaria?
Me da la impresión que necesitamos un lavado
interior para que aflore algo diferente. Nosotros lo tenemos difícil. Ojalá este
aluvión de jóvenes con formación, con sentido común y con sensatez que está pidiendo
sitio nos ponga a los viejos algo de cordura y ese término de ‘abanto’ que hemos
hecho tan nuestro pase a las páginas de los Diccionarios y dentro de unos años
forme parte del Diccionario de Autores. Ah, por cierto, a lo mejor, si opinamos
menos y leemos más a Cervantes se nos aclaran algunas ideas.
jueves, 25 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La barca de Los Callejones
Barca de Los Callejones
A los amigos entrañables
que hoy ‘han cruzado el río de otra manera’
Septiembre,
25 jueves.
Federico
Alonso Pernía, escribió para Francisco Palacio Ortega, “El Pali”, (El
trovador de Sevilla) la letra de unas sevillanas deliciosas, La Barca de
Tomares. Al río. por Tomares – por Coria y por la Puebla y por otros
sitios, también – hay que hablarle de usted. Según el autor, el barquero
aguardaba en La Ventilla a las mocitas (la letra dice que a los borrachos,
también, pero eso es menos poético). En el cruce hacia Triana, que está
enfrente, cantaba por ‘Sevillanas’; en el camino inverso, o sea, para
Tomares, por ‘Soleares’…
El
maestro Román, malagueño, que murió en Madrid, escribió más de mil seiscientas
canciones - entre ellas ¿será porque Málaga no tiene ríos? - para Marisol
Reyes: Barquerito de Lora, “Barquerito de Lora, cariño mío /Se me pasan
las horas cruzando el río…”
Cantillana,
en la confluencia del Viar que viene de la Sierra de Tentudía en el sur de
Extremadura con el Guadalquivir, tuvo un barquero famoso, Andrés Francisco
López Jiménez. A éste – que yo sepa no le cantaron – pero pasó a la leyenda del
bandolerismo con varios nombres, entre otros, el de “Curro Jiménez”.
Problemas de injusticias a la muerte de su padre, que le dan el oficio de barquero
a otro, mezclados con el amor de por medio. Leyenda, historia, un montón de
muertes y un final trágico, fue su desenlace.
La
barcaza que cruza de Coria del Río a Los Palacios, ha sido un alivio para los
viajeros que van del Aljarafe a la orilla izquierda del Guadalquivir. Yo la he
utilizado una vez, solo una vez y es una experiencia que merece la pena
vivirse. Desde Dos Hermanas, Utrera o Los Palacios y Villafranca, en las horas
punta tienen un respiro para salvar los atascos del Puente del Quinto Centenario.
Nosotros
tenemos un río más modesto. Nuestra historia, también lo es. Una barcaza
cruzaba el Guadalhorce entre lo que hoy conocemos como barriada de Bellavista y
los Callejones de la Barca. La barca entraba en servicio en los meses de otoño
e invierno, cuando las crecidas no permitían el paso. En los documentos
recogidos por el Catastro del marqués de la Ensenada, el pago rural figura con
el nombre “anorias del río acá”. Funcionó hasta principios del siglo XX. Hubo
otra, aguas abajo que pasaba a los viajeros en las inmediaciones del cortijo de
Villalón.
miércoles, 24 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La mirada de un hombre de Dios
LA MIRADA DE UN HOMBRE DE DIOS
Septiembre, 24, miércoles.
Todo comenzó a media mañana.
Hacía fresco de otoño. Un puñado de nubes transitaban por el cielo que un rato
antes estaba azul; ahora, no. Hago una llamada, No obtengo respuesta. Vuelvo a
insistir. Tampoco. Al rato me la devuelve. Me dice que venía conduciendo...
Después de comer me pongo en
camino. La carretera, conocida. Infame, como siempre. Tiene mejorado el asfalto;
han colocado vallas protectoras en los bordes. Eso da aún más sensación de
estrechez. En sentido contrario me cruzo con un puñado de coches.
Llego a la ciudad. Está donde
siempre. Me da la impresión que más bella aún. ¡Mira que lo tienen difícil
mejorarla! No sé qué hacen. Lo consiguen. Noto más coches aparcados en las
calles. Esto de los vehículos en las ciudades es un problema. Han cambiado el
sentido de la circulación. Rodeo. Voy vueltas como si girase sobre mí mismo
para venir a salir al sitio de siempre, pero con un poco de más pérdida de
tiempo.
Llego. Aparco junto a la puerta
bajo un olivo. Está ahíto de aceitunas. Son de la variedad ‘hojiblanca’.
Encuentro un hueco mínimo de sombra bajo su copa. Pulso el timbre y lo veo
venir. No hace falta insistir para que abran desde la portería. Nos abrazamos. Está,
a primera vista, fenomenal. Le digo, que tienen unos rosales mejores que los
míos…
Tras los saludos nos hemos
sentado en una mesa bajo el porche. Descafeinado de máquina. Convida él. Le
digo que tenía ganas de echar un rato y empezamos a tirar de la hebra. Hemos
hablado sin bulla. Son esas conversaciones que uno necesita abrirse al amigo
que sabe que lo entiende. Me transmite paz, sosiego, comprensión. Esa riqueza
interior que como el agua del manantial sale sola, se esparce…
Hablamos, también, de Homero
Macauley, de su hermano Ulises y de Marcos que estaba en la guerra. Rememoramos
a Ulises. Con un palito obligaba a salir a las hormigas del hormiguero y cuando
aquella tarde pasó el tren y el maquinista no le correspondió al saludo. Los
viajeros, tampoco. Entonces ocurrió algo distinto. Un negro que viajaba en el
último vagón, sí. Con el brazo balanceado al aire le gritaba: “Vuelvo a casa,
chico, vuelvo a casa…” Ulises le devolvía el saludo; el tren se alejaba,
empequeñecido, en la distancia.
Y entonces, en un momento, sin
saber por qué he visto en él, detrás de una semisonrisa, la mirada de serena de
un hombre de Dios. He sentido paz interior, he percibido algo que trae mucho
consigo. Uno de esos momentos que uno se encuentra… Al regreso, durante el
trayecto he pensado en esa mirada, y ahora, cuando hilvano estas líneas,
también.
martes, 23 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nieve en los Picos de Europa
Nieve en los Picos de Europa
Septiembre,
23 martes
Cuando
yo era niño, subíamos al Monte Redondo para ver el mar. Si el día estaba claro,
lo veíamos. Al día siguiente, en la Escuela casi nos vestíamos con un hálito de
héroes porque habíamos visto el mar. El sueño – y en un niño, más – no tiene
límites.
Cuando
fui muchacho algunas tardes de mayo si la atmósfera estaba limpia, entonces, ya
en Málaga, no solo veíamos el mar, sino que, en la lejanía sobre aquella
inmensa planicie azul y quieta, veíamos unas montañas. Era – y es, obviamente –
la Cordillera del Atlas. Eran unas siluetas oscuras recortadas en el horizonte.
África parecía a pedir de mano y la teníamos a golpe de vista.
Nosotros
sacábamos partido a lo que teníamos. Algunas veces, en pleno invierno cuando
vienen las olas frías del polo entonces nieva en El Torcal y en las Pedrizas,
en Sierra Aguas y en la de Abdalajís, y eso, sí que es noticia y vamos “a ver
la nieve”.
Esta
mañana, el telediario ha dicho que ya ha nevado en los Pirineos, esos que nos
separaban, y nos separan de Francia y en los Picos de Europa. Dicen que le
pusieron ese nombre porque los marineros que venían de América era lo primero
que veían de nuestro Continentes. ¿Es bonito, ¿verdad?
Decía
la información del telediario que las cumbres ya están blancas, cubiertas por
la capa. Si todo va como tiene que ir no se la quitarán hasta los meses de mayo
o junio del año que viene cuando la primavera llame a su puerta y vista de
verde la poquilla tierra que hay entre la caliza de sus montañas y en los
valles de paz y presencia de Dios que se abren entre ellas.
No ha
dicho el telediario nada de Sierra Nevada. Se ve que, por allí, por la
Cantábrica, ha llovido y las bajas temperaturas ha hecho que se congele el agua
de las nubes y haya bajado en forma de copos; por estas benditas tierras del
sur - aquellas también lo son, pero como estas son nuestras, ustedes me van
permitir la licencia – pues no haya caído ni una gota, ¡y miren que hace falta!
La
aceituna ya vira al color morado; los barbechos levantan una nube de polvo detrás del paso del tractor y el ganado tiene poco que llevarse a la boca. Sería bueno
un rocío de agua. No pedimos mucho, solo con que cale el golpe del arado se
cargarían los pozos, los veneros y las cañadas estarían preparadas para cuando
de verdad entre el otoño corran y lleven la vida. El otoño, ahora solo ha
llamado a la puerta.
lunes, 22 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Estrella de la mañana
Septiembre, 22 lunes
Era temprano. Brisa
fresca, agradable en la cara. Despertaba la vida en el último día del verano. Por
ahora, no se han terminado las calores. Dicen que eso era antes, pero como que no.
El pueblo sabio, a
pesar de que dicen que, por la posición del eje de tierra con respecto al sol,
hoy entra el otoño, conocía que aún venían de camino, por esos caminos que
tiene el cielo y que nadie conoce, el “veranillo
del membrillo” y el “cordonazo de san Francisco” qué, además solía
venir con tormentas.
Me levanté – hacía un
rato que habían puesto las calles – y había poco pero algún movimiento. El otro
día, me lo contaron. Lo trascribo tal cual. Dos en la Fuentarriba.
- Tío, está la cosa mala....
No hay verdeíllo, han cortado de tomar aceitunas de verdeo, para el año que viene
hay muy poco fruto, no quiere llover y la sanmiguelá pinta feo…
- Mira, tú lo que
tienes que hacer es levantarte temprano. A la seis ya está terminada la subasta
en Pescadería, y puedes conseguir ‘cositas’ a muy buen precio. Te sacas una
licencia de vendedor ambulante y a las 11 en tu casa con trecientos euros si la
cosa se te da bien…
- ¿Y por trecientos
euros me voy yo a levantar a la cinco de la mañana? ¡Vamos, hombre!
Ya estaba en el
cielo el planeta Venus, o sea, el "lucero del alba" o "estrella
de la mañana". Brilla antes de la salida del Sol. Debido a su
órbita más cercana a la Tierra. También se ve al atardecer, pero nunca en mitad
de la noche.
En la Biblia se
identifica a Jesús como la "estrella resplandeciente de la mañana" en
Apocalipsis 22:16, Y se entiende como el anuncio de su Segunda venida.
En Roma, Venus
era la diosa del amor, la belleza, la fertilidad y la prostitución. Su equivalente,
en el mundo griego, Afrodita, y a diferencia de la Venus romana, poseía más poder.
Protegía la naturaleza y los jardines.
La mitología la
tenía por esposa de Vulcano, dios del fuego y de los infiernos y decía que tuvo
un romance con Marte, el dios de la guerra del que nació Cupido. Unan: amor, fuego, infiernos, aventurera, guerra
y amor… ¿A qué todo eso suena?
Su atributo
más conocido era una concha porque según creían había nacido de la espuma del
mar…Boticcelli pintó a Venus en el Quattrocento que nacía de una concha. Fue el
primer desnudo del Renacimiento….
domingo, 21 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Y al Cachorro lo pasaron por allí
Septiembre, 21 domingo
Anoche Huelva se echó a la
calle. Bueno, Huelva no. La gente cofrade de esa ciudad olvidada en la punta
del mapa de Andalucía que casi toca Portugal con los dedos de la mano, esa
gente que quiere y siente a sus imágenes, salió a la aceras, acudió a las puertas
de los templos y acompañó a sus Vírgenes.
Huelva celebraba una Magna –
ahora lo llaman así – con sus advocaciones marianas ‘coronadas’. Celebran
la efeméride de un año Jubilar. Anuncian que dentro de unos días las de Jaén y
Córdoba. Me parece fenomenal, al margen de trabajo material, hay algo más, la
gente no se avergüenza de sus creencias y lo dice a los que quieran verlo.
Hace unos meses la cosa ocurrió
en Roma. Sí, esa ciudad que la llaman la Ciudad Eterna, cúmulo de Historia y de
sede religiosa. Desde hace poco más de dos mil años, año más o año menos, sede
de la Iglesia Católica. Los seguidores de aquel loco al que crucificaron, entre
otras cosas, porque decía que había que querer a los enemigos. Hoy, sus
seguidores estan divididos en no sé cuantas ramas. Cualquier día se baja de la
Cruz y dice que con Él no se juega.
A Roma llevaron dos imágenes
emblemas de la creencia católica en Andalucía: la Esperanza de Málaga y el
Cachorro de Sevilla. De otros países, otras imágenes. Fue, al margen del tema
religioso, una exposición de Antropología social.
Cuando vi pasar la imagen del
Cachorro, talla del XVII de Ruiz Gijón por delante del Coliseum se me vinieron
muchas cosas a la cabeza. De entrada, a pesar de haber estudiado latín, de
reconocer lo que nos aportaron y de la vigencia aún de mucho de todo eso, el
pueblo de Roma – de entonces – no me gustaba. Lo entendía como cruel,
sanguinario, vengativo… Tonterías que, a uno, se le ocurren.
Detrás de esas ventanas en la
arena de esa obra de arte (entendían la belleza, no como los griegos por amor a
lo bello, sino para apabullar al vencido y para dar un sentido de utilidad) murió
mucha gente por creer que Aquel que iba representado en una cruz y que pasaba
delante de sus muros, quiso el amor entre todos…
Ahora cuando escribo estas
líneas pienso en los suburbios de Lima, en las chabolas de Río, en los
cristianos asesinados tierras abajo del Sahel, en los ahogados en las pateras,
en la matanza de Gaza…Me viene a la
mente: “Tú me mueves, muévete el verte / clavado en una cruz y
escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan
herido,/ múevenme ver tus afrentas y tu muerte”. (Anónimo atribuido a Santa
Teresa de Jesús).
sábado, 20 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Fernando Espíldora
Septiembre,
20 sábado
Un
grupo de Ciencias de la Educación de la UMA prepara un trabajo – eso es lo que
me dijeron, más o menos – sobre la cultura en los pueblos a finales del siglo
XX. Nosotros en Álora, en el Colegio Público Los Llanos emprendimos una tarea
de acercar la Escuela Pública a esa otra Cultura que iba por otros caminos.
Esta mañana, al intentar contestar, ido al archivo para documentarme y me he
encontrado.
Las Semanas de Cultura Andaluza, en Álora, en el Colegio
Público Los Llanos, bajo la dirección de Francisco Pérez Parras, no fueron “la toma de la Bastilla” ni “el
asalto al Palacio de invierno” (aún no se había aprobado el Primer Estatuto de
Andalucía) como alguna mente preclara malagueña intentó etiquetar un
renacimiento de la cultura en los pueblos, el acercamiento y la común unión de
un Centro Público del enclave rural a la élite del mundo de la política, del
saber, del arte, de la poesía…
Las Semana se hicieron porque contaron con ayuda de
Instituciones (Ayuntamiento de Álora, Diputación, Junta de Andalucía…)
Asociaciones - los padres fueron un pilar incalculable – peñas y, sobre todo
profesores del centro y amigos del pueblo. En el camino se nos quedaron
algunos. He tropezado con la reseña de la 16ª Semana. El año anterior, Fernando
Espíldora, partió cuando la primavera llamaba a la puerta.
“Se ha ido, publicamos, el martes 8 de marzo de 1994,
entornando la puerta. Treinta tantos
años dedicados a la escuela a la que solo dejó de asistir cuando la enfermedad
pudo más que su propia voluntad. Pintor y poeta: ‘Beso a beso – había escrito –
así esculpe el agua, así modela el maestro’. Profundo sagaz y estoíco. ‘ La
vida, me espetó una tarde – camino de La Rosaleda – es un viaje en autobús y mi
parada ya ha llegado. Irónico. ‘Tarjeta
amarilla, Manolo – le dijo al entrañable amigo, Manuel Alcántara, al reencontrarnos
en calle Larios, cuando le preguntaba por la salud -, lo mío ha sido tarjeta
amarilla’. Fernando ha dejado tras de sí una estela de hombre de bien. Pudo ser
si existe la reencarnación, el espíritu de Séneca: ‘No conozco a nadie que le
guste el vino y sea mala persona’. Recibió el abrazo de la madre tierra. ‘A las
aladas almas de las rosas del almendro de nácar, - en que Miguel Hernández
requería a su amigo te requerimos-
compañero del alma, compañero”.
Como sabes Fernando nos viene el Cádiz y como aquella noche
en que sonó el himno de la Champions y se me escaparon las lágrimas pensando en
tí, y como tantas otras, ahora, gracias
a estos jóvenes que me han pedido una información, me vuelvo a acordar de ti…
viernes, 19 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ur, el principio
El pueblo de Gaza expulsado de su tierra. ¿A dónde va este
pueblo?
Septiembre, 19 viernes
Mesopotamia es una tierra entre dos ríos, Éufrates
y Trigris. La parte norte, pobre y árida, estuvo ocupada por los asirios. Su
capital, Nínive. La parte sur, cercana al
Golfo Pérsico, agrícola, productiva y fértil Su capital, Babilonia.
En Mesopotamia había también una pequeña población,
Ur. Junto a ella un templo en forma de pirámide. Se daba culto al dios Luna. El
padre de Abraham era sacerdote de ese templo; su hijo, ganadero y agricultor.
Un día, dice la Biblia, Dios le ordenó que
dejase a su padre y su tierra y se fuese a una que Él le mostraría. Se llamaba
Canaán. Estaba casado con Sara, mujer estéril. En aquellos pueblos eso era una
maldición de Dios.
Por indicación de Sara tomó una esclava egipcia
a la que conoció y le dio un hijo, hoy llamaríamos “vientre de alquiler” (todo
está inventado) Le pusieron Ismael . Sara, después tuvo un hijo, de nombre Isaac.
¿Quién era el primogénito? Primer problema.
Dios le pide que lo sacrifique. Sube al monte
Moriat y cuando va a ejecutar el mandato, Dio lo impide. Ismael e Isaac entran
en disputa; sus madres, también. Abraham, a quien Dios le había cambiado el
nombre, expulsa al desierto a Ismael, que no muere de milagro y a Argar su
madre. Se odian. Segunda parte del conflicto.
Los israelitas, descendientes de Isaac, dicen
que son herederos del primogénito; lo islmaelistas, afirman su primogenitura y
que son ellos. Tercera parte del conflicto.
Isaac casado con Rebeca y tiene dos hijos: Esau
que vende la primogenitura por hambre a su hermano, Jacob. Visto lo visto. ante
el miedo de lo que viene Jacob se vuelve a Mesopotamia. Regresaría después,
rico, a Canaán. Tiene doce hijos Rubén, el primogénito, pinta poco. Se erige en
armas y es el más poderos Judá (judíos) y lo de la tribu de Leví, se dedican al
templo.
Mahoma, pasado el tiempo, dice que “no hay más
dios que Alá y Mahoma su profeta”. Su libro sagrado, el Corán. A su muerte, aparecen
tres facciones: sunníes, (siguen la tradición), chiíes, (se debe elegir al
sucedor) y los jariyíes, de menor poder. En sus senos han nacido grupos terroristas;
no pueden irse de rositas. Tienen mucho que decir en todo esto.
Los judíos, desde siempre, se han llevado mal
con todos los vecinos: fenicios, filisteos, amorreos, jebuseos, hititas, gergeseos, heveos, perizitas (o ferezeos), araceos, sineos, arvadeos y semareos. ¿Todos eran malos?
Tras avatares de la Historia el pueblo de
Israel dispersado en la diáspora vuelve a su tierra. ¿Cuál es su tierra? En la
que ocupaban está asentados desde hace mil años los palestinos. La comunidad internacional
con remordimientos de conciencia tras el holocausto, los instala en la ribera
derecha del Jordán; a los palestinos, los desplaza hacia el mar. Desde que Israel
llegó allí - ellos la llamaron la tierra prometida desde siempre - no han
parado de dar bocados a la tierra de su alrededor. Y ahora, dueños del dinero
del mundo, quieren la tierra para enriquecerse más.
¿Cuál es la solución?
jueves, 18 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Cumbres de Enmedio
Foto. Fermín Adame Galván
Septiembre,
18 jueves
Aquí,
Sierra Morena, que es donde se encuadra, ya está en sentido decreciente. Las
altitudes, pequeñas, con poco más de los quinientos metros. Eso es lo que dice el mapa, tendré que
preguntar para que me digan los nombres como el pueblo las bautiza. En la Sierra
huelvana un puñado de pueblos se esparcen por un terreno bellísimo. Hay pocos
paisajes más sugerentes, sobre todo, en primavera.
Hay que
deambular como lo hace el viajero. Como en tantos otros sitios, un forastero. Se
deja llevar a la rosa de los vientos. Desde la carretera, en la lejanía ve un
pueblo blanco y se pregunta a sí mismo ¿qué pueblo puede ser aquel? Y va y
nunca, nunca, en estos pueblos, sale defraudado. Paisaje y paisanaje, de la
mano.
Cumbres
de Enmedio está en el mapa casi porque sí. Dice, de él, mi maestro Barbeito:
“una iglesia, tres calles, un Ayuntamiento cerrado, una tabernilla y paz”. Con
mi respeto debido al maestro, agrego: Amén. Y añado que, también, el silencio.
La gente por aquí va de paso. Viene el
pan, el pescado, la fruta, las verduras… en coche. Llega, hace el apaño y se
va.
A la
zona se le llaman “las Cumbres”, el nombre viene dado porque la de más
“importancia” es Cumbres Mayores; es la referencia para todo, hasta para el
refranero que la maltrata. Lo normal del refranero con los vecinos; la otra,
Cumbres de San Bartolomé y por aquello de que en algún lado hay que estar, pues
se colocó, en el camino – entonces – ahora ya es carretera, entre ambas y nació
con el nombre puesto.
Dice el
mapa que consulto (solo he pasado una vez porque a uno le come la curiosidad
por todo) que cuando se va desde Las Cumbres Mayores a Encinasola, a la
izquierda lo bordean la Sierra del Viento (por detrás de Cumbres Mayores) y la
Sierra del Álamo y la Sierra de la Breña.
Un poco
más allá, y también a la izquierda, por hondonadas de la dehesa corre el
Múrtiga, que nace en Fuenteheridos; en Encinasola, lo llaman la Ribera y va al
Ardila y luego al Guadiana y por Ayamonte a la mar Océana esa que conocía Colón,
al que dedican una calle como la palma de su mano y que lo llevó a América.
Vamos, a la otra orilla, como cuando los niños jugábamos a la pelota en la
calle de acera a acera; las otras dos, Real y Rábida.
Mi
amigo me ha envidado la foto que ilustra la publicación: dos razones para
volver, ver a mi amigo y deambular por la Cumbres de Enmedio.
miércoles, 17 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Los frescos de la Encarnación de Álora
Parroquia de la Encarnación (1600-1699) Álora (Málaga)
A Antonia María
que quiere a Álora casi tanto como yo.
Septiembre, 17
miércoles
El templo de la
Encarnación de Alora, (1600-1699) de estilo manierista columnario es de grandes
proporciones. Se atribuye a Pedro Díaz Palacios, maestro de obras de la
Catedral de Málaga. Tiene tres naves separadas por columnas de
imitación toscana volteadas por arcos de medio punto.
En las enjutas muestra una interesante colección de frescos con señales de deterioro. Representan a los apóstoles, obra de un pintor anónimo, pertenecientes a la Escuela Antequerana.
Otra
colección de apóstoles, pinturas al fresco, muy similar a la de Álora se
encuentra en la sacristía del antiguo Hospital de San Juan de Dios en la calle
Infante Don Fernando, de Antequera.
Álora
tuvo una gran corriente artística muy fluida con Antequera. De allí vinieron
Márquez Vega y Martínez Primo que dejaron importantes obras con imágenes,
retablos en el Beaterio de la Concepción, desparecido para siempre o primitivo
de la Encarnación también destruido en la barbarie de la Guerra Civil. El
actual es una reproducción magnífica llevada a cabo por una Escuela Taller.
En las
pechinas del altar mayor hay pinturas al fresco que representan a los cuatro
evangelistas, según los expertos, de menor calidad que los apóstoles de las
enjutas de los arcos. Moreno Carbonero restauró en el primer cuarto del siglo
XX, la figura de San Pedro, en su opinión la de más calidad. Todas las pinturas
presentan un estado de conservación lamentable.
El
pintor de esta obra de arte – coinciden que fue una sola mano quien pintó la
colección – debió tener una relación con los talleres de arte de su tiempo
porque era conocedor de las pinturas de Goltzius.
Hendruch
Golzius. Nació en Neerdrland, (1558 – 1616) fue pintor y grabador. Sus estampas
tuvieron una gran difusión en España. En ellas se inspira el pintor anónimo que
realiza los frescos del apostolado de la Encarnación. Sus primeras obras son de
estilo manierista; sin embargo, tras un viaje a Roma en 1590, adoptó un estilo
más acorde con el neoclasicismo. Después de 1600 comenzó a experimentar con la
pintura de paisajes, creando una verdadera escuela paisajística, de lo que algo
se vislumbra en la colección de la Encarnación. Su obra influyó en el barroco y
en el manierismo. ¿Una muestra? la de Álora.
martes, 16 de septiembre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ¿La huella de Martín de Aldhuela en Álora?
Opina
don Juan Temboury (Informes Históricos-Artísticos de Málaga, 1966), que
probablemente el sello del arquitecto turolonse Martín de Aldehuela o de algún
discípulo esté en el camarín del Santuario de Flores, siguiendo la estela, con
las consiguientes distancias por muchos motivos, del de la Virgen de la
Victoria en Málaga.
José
Martín de Aldehuela vino, en la segunda mitad del siglo XVIII, de la mano del
obispo Molina Lario que ocupó la sede malacitana trasladado desde su diócesis
de Albarracín donde realizó una gran labor social que luego continuó en Málaga.
Entre
las obras más notables que Aldehuela realizó en Málaga están el acueducto de
San Telmo que abasteció de aguas a la capital, la continuación de las obras de
la catedral después de la muerte del maestro de obras (nombre que en aquella
época recibían los arquitectos) de Antonio Ramos y el Puente Nuevo sobre el
Tajo de Ronda.
El convento
franciscano de Flores sigue la huella de los recoletos de la Orden de San
Francisco. Según su modo de entender su presencia en el mundo, la vida es un
tránsito que no termina en la muerte, sino que, por María, se asciende al
paraíso. No existe una arquitectura franciscana en sí como puede haber una
arquitectura cisterciense o la propia de otros estilos arquitectónicos como la
románica o la gótica. En expresión de los expertos, sí existe una “arquitectura
de los franciscanos” que parece igual pero no es lo mismo.
El
camarín de la Virgen de Flores es la joya del Santuario. Allí se percibe el
dulce bienestar y el ambiente jubiloso de la bienaventuranza. Los sentidos,
según don Juan Temboury, al igual que en el de la Victoria malacitana, “no
aciertan a interpretar tal enjambre de variadísimos ornamentos blancos que
parecen sobresalir sobre los fondos de entonaciones delicadas”.
En este apretado mundo, un tejido floral de palmas, flores y motivos vegetales se enlazan, se cruzan, y parecen moverse en un ritmo musical que la yesería presenta a los ojos del visitante, al mismo tiempo que le muestra a María. En este caso, en el centro, la Virgen de Flores, imagen de finales del XV o principios del XVI, entregada por la Reina Isabel en Sevilla, de igual advocación a la traída por los hijos de Encinasola (Huelva) en la toma de Álora en 1484
María,
en este camarín, es el espejo limpísimo, sin mancha y sin lunar; María es torre
fortísima o fuente de aguas vivas. Además, de otros jeroglíficos marianos donde
es el Sol y la Luna “Hermosa cual la luna resplandeciente como el sol (Cant.
6-10); la flor y la vara (Is. : II-I) o Fuente sellada del jardín (Cant.
II 6-10)… y muchos más. Una joya.