21 de septiembre, sábado. La
cosa está crispada; demasiado alto voltaje. Saltamos por nada. No hay aguante.
Si se presta oído a cualquier emisora de radio mañanera podemos hacer acopio de
berrinche para todo el día. Toca algo de distensión a ver si podemos esbozar un
poco de sonrisa.
El niño jugaba con otros amigos
en una obra. Resbala. Cae de un piso superior. Queda inmóvil… Una mujer ve la
escena desde la lejanía. Grita y acude a socorrer. Le diagnostican fractura de
cráneo…
- Oye, me he enterado que tu
hijo ha tenido un accidente… ¿Cómo está?
- Ná, ná. Esconchaíllo.
IU. Llegó al poder municipal.
El alcalde pretende implantar nuevas normas. Eso de cobrar por la cara…
- Vayan ustedes, les dijo, a las
dos ‘operarias’, frieguen la iglesia de la Vera Cruz y, luego, vengan.
- ¿A fregar la iglesia? ¿Cuándo
se ha visto – entre protestas y aspavientos – que un alcalde comunista mande
fregar una iglesia?
El hombre tuvo una agonía
larguísima. Los vecinos cada noche acompañaban a los familiares. Cuando murió,
el día del entierro, el cura salió a recibir el féretro en la puerta de la parroquia.
Con voz potente entona: “Resucitó, resucitó, resucitó...”
- Eso es lo que hace falta,
dijo una, que resucite que ha dejado sin café a todo el bloque…
Niños y adultos juegan con las
velas en el Rosario de la Aurora; se echan cera unos a otros. Don Lope, con voz
potente de barítono, cantaba la Letanía de Todos los Santos a lo que el coro
semidormido respondía:
- Santa María…
-Ora pro nobis.
- Santa Dei Genetrix…
- Ora por nobis.
Don Lope se percata del
panorama:
- Chicos y grandes, ¡qué poca
vergüenza!
- Orate pro nobis…
Venía cada mañana, desde El
Sabinal, a traer la leche al pueblo. En la Cancula se encuentra con el rosario
de la Aurora. Al ver la procesión, exclama.
- Me cachis, (dijo
otra cosa) que se ha echado la Semana Santa encima y yo sin enterarme.
En la época cuando se vendía
alcohol a granel en las farmacias, acude una mañana temprano.
- ¿Y el frasco?, preguntó el
mancebo.
- En la casa, está en la era
porque esta mañana había marea….
El cura había venido de
Sudamérica. No tenía noción del tiempo. Días muy cortos en plena de invierno.
Se presentan cinco entierros en el mismo día. Acumula y acumula retraso. Al
llegar al tercero alguien comenta:
- Como éste siga así, al último
hay que echarlo en salmuera…
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