23 de mayo, martes. Mujer
controvertida. Enigmática y superviviente en un mundo hostil. No conocemos casi nada de su vida, salvo lo
comentado por los cronistas de ambos lados. Desconocemos la fecha de nacimiento
y dónde y cuándo murió, aunque se sabe que en tierra de Castilla. “Tornadiza”
(cristiana de Alá), para los cristianos; “Elche” (renegada), para los
musulmanes. Solo una cosa ha permanecido a través del tiempo: era una mujer
bellísima. Muley Hacen, el sultán que la hizo suya ¿o fue a revés? La llamó
Zoraida, “lucero de la mañana” ¿Cabe un nombre más bonito?
Nació en tierras de Jaén. Huérfana desde pequeña. Su padre era
comendador de Martos y alcaide de la misma ciudad y del castillo de la Higuera.
En una de las razzias – incursiones
de ida y vuelta, en territorio enemigo en aquella época – la hacen prisionera.
Según unos “cuando cogía flores en el campo con otras mujeres de servicio”,
según otros, en una fuente…
Cautiva – sigue la controversia
– la compra Aixa, esposa del sultán. Otros opinan que la entregan como regalo a
Muley Hacen – la encuentra en un lavadero – y hay quien afirma que prendado de
su belleza la encierra en una de las torres de la Alhambra, la Torre de la Cautiva.
La colma de regalos. Abandonada Aixa, madre del Boabdil, el heredero, ella le
corresponde en amores. Le da dos hijos. Sai’d y Nair.
En Granada se recrudece la
guerra civil – Abencerrajes, partidarios de Boabdi y Zegríes, de Muley Hacen –
hasta el punto que corre la sangre, intrigas, traiciones, y venganzas entre
unos y otros. La guerra se extiende hasta la Alcazaba de Málaga. Los cristianos,
cada vez presionan más y más. Se está llegando al final del reino nazarí…
Muerto Muley Hacen, Aixa retoma
el poder a la sobra de su hijo. Zoraida y sus hijos, cautivos, sufren prisión
en el Valle de Lecrín. Los granadinos la consideran una traidora que favorece a
los cristianos. Es, según ellos, una infiltrada que propicia la caída de su
reino.
Tomada Granada por los Reyes
Católicos, Zoraida vuelve a Castilla. Se bautiza de nuevo. La iglesia admite
que su abandono de la fe católica fue por salvar su vida. Toma el nombre, de
Isabel de Solís. Sus hijos, Juan de Granada y Hernando de Granada ocupan cargos
de relevancia entre los vencedores.
Bibliografía:
VILLAGRA, Mabel. Más Isabel – Isabel de Solis –
una vida llena de enigmas.
FERRES VALERO,
Sandra. Mujeres en la Historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario