16 de mayo, martes. Cártama, “ciudad
escondida”, hace gala a su nombre y, de vez en cuando, deja que afloren restos
de un pasado arqueológico excepcional. Es de tanta importancia lo que se
encierra debajo de su suelo que muchos arqueólogos la clasifican como una de
las ciudades con uno los patrimonios más ricos de Andalucía.
A solo veinte kilómetros del mar, la ciudad de
Málaga avanza inexorablemente aguas arriba del río Guadalhorce. Sigue los pasos
que iniciaron las primeras naves romanas, obviamente, naves de poco calado,
pero que llegaron hasta Cártama. En su tierra florecieron villas y quintas que dejan
ver parte de su enorme riqueza sepultada por el tiempo y por el olvido.
El crecimiento de Málaga se ve ya desde la
Sierra de Motaje y lo que antes era una ciudad en la lejanía ya está a tiro de
vista para la mirada curiosa que otea el horizonte. Si como parece el
crecimiento de la capital va a ser imparable, Cártama en un tiempo no muy
lejano será un municipio de conurbación.
Tiene una fundación que se pierde en los
tiempos. Restos del yacimiento de la Plaza de la Constitución hablan de todos
los períodos de poblamientos históricos, desde el siglo VIII a.C. hasta el
siglo XX.
Al hacer los oportunos estudios arqueológicos
han aflorado restos de ciudades superpuestas a lo largo del tiempo. Desde 2.800
años, la ciudad de Cártama ha ido dejando constancia de la presencia de cabañas
de un poblado turdetano, viviendas y muralla de la ciudad íbera, basílica romana,
edificios bizantino-visigodos, fortaleza andalusí, hasta llegar a la ciudad
actual con la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios y la Iglesia Parroquial
renacentista de San Pedro.
De los restos romanos hallados en las quintas
de la vega – por cierto, fertilísima, con una producción excelente de cítricos
donde destacan, si es que hay que destacar alguna variedad sobre otra, las
naranjas navel late de la Haza de Arriba o del Cortijo de Torres- hay reseñas en museos esparcidos por otras
tierras de España como el museo Arrese, de Corella (Navarra).
Estos días veneran a su patrona, la Virgen de los
Remedios, que cada año bajan en el mes de abril, el 22 - su festividad es el
día 23 – y la retornan a la ermita, el primer domingo de junio. Cártama, tan
rica en patrimonio, tan cercana y tan desconocida.
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