miércoles, 26 de abril de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora.


                            


 Acueducto de Segovia.


26 de abril, miércoles. Parecen muy lejanos; no lo están. Roma, o sea, la civilización romana pasó por estos lares hace poco más de dos mil años, año más o año menos. No tiene la menor importancia si valoramos lo que nos dejaron.

Antes que nada, la Lengua. Eso de que podamos entendernos una persona que vive en la Patagonia y un tío que ve salir el sol cada mañana por los Lagares… y que uno le diga al otro, “buenos días y le responda…” De verdad que no tiene precio. Millones de personas nos entendemos gracias a esta lengua románica que viene del Latín.

Por cierto, el Latio (Lacio en español) era la región que habitaron los primeros pobladores de Imperio que fue tan grande que al Mediterráneo lo llamaron Mare Nostrum o lo que es lo mismo “nuestro mar”.

Después, en mi entender, el Derecho. Han pasado los años y seguimos con algunas leyes (lo del otro día del Congreso ni caso, analfabetos con títulos los ha habido siempre. Equivocarse no es malo; lo que no tiene sentido es no reconocer el error). A lo que iba Roma llegó tan lejos con su legislación que la vigencia aún perdura.

Quizá por no abusar, las obras públicas. Los romanos hacían grandes obras con una doble finalidad: la utilidad y asombrar al vencido. Lo hacían con tal grado de perfección que hoy perduran, aunque el paso del tiempo haya deteriorado a algunas.

Pienso en el Acueducto de Segovia o el Puente de Alcántara en Extremadura. Otras, sobreviven con más pena: el Teatro romano de Mérida; Acinipo, en Ronda; Itálica, en Sevilla, Arco de Medinaceli, en Soria; la Olmeda en Palencia; Tarragona…

Hace unos días hablaba en televisión un experto en arte y decía que toda Hispania estaba sembrada de restos arqueológicos. Su en profusión es de tal calibre, que no somos conscientes de la riqueza que aguarda, como el arpa de los versos de Bécquer, una mano que le arranque las notas…

Curiosamente, algunas autovías modernas están trazadas por las calzadas romanas que acercaban cualquier punto del Imperio a Roma o se comunicaban entre sí. La Vía de la Plata de Hispalis a Asturias; la autovía del Mediterráneo desde Ampurias a Gibraltar; la calzada entre Extremadura y Ávila por el Puerto del Pico atravesando el Sistema Central cerca de Gredos.

Vienen tiempos de vacaciones, a lo mejor no es mal consejo conocer un poco más a fondo nuestro pasado…

 

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