sábado, 1 de abril de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El peso de la púrpura

 

                           


1 de abril, sábado. Dicen que el color de la púrpura es tan excesivo como el peso que deja en los hombros de quienes lo soportan. Es ese color que se ve desde lejos, tan lejos que, en ocasiones no sale en las fotos, pero todo sabemos que está ahí.

El hombre viste de blanco. Cuando era cardenal casi nunca lo vieron con los ropajes de ese color propio que lucen los príncipes de la Iglesia. Desconozco si se sintió alguna vez príncipe. En las fotos -entre las muchísimas fotos que salieron de su persona- aparecía un hombre con zapatos viejos, rotos y viajero del Metropolitano de Buenos Aires.

Llegó a Roma- ¿En busca de su tumba? Conocía que de allí saldría o en un ataúd o de otra manera diferente a como había llegado a la ciudad, una de las más importantes del mundo, y donde se mueven tantos hilos que solo con pensarlo uno se asusta.

Llegó y levantó un montón de expectativas. Para unos, iba a ser una auténtica revolución en la Iglesia Universal que pedía no sé cuantas reformas, no sé cuantas medidas y tropecientas mil cosas imposibles de realizar. Otros, hablaban del poder de la Curia que según quienes se las andan en los entresijos es quien realmente ordena y manda y el Papa hace lo que ellos quieren que haga. Prudente el hombre se alojó en unas dependencias adjuntas.

El hombre, -vestido de blanco, repito – es un hombre que en sus decisiones ha desconcertado a muchos; a otros, los ha dejado insatisfechos. Hay también un puñado grande de indiferentes que se mueven al manejo de otros hilos.

Se ha escrito mucho de este hombre al que parece que el corazón - ¿de verdad, habrá sido el corazón? - le ha pegado un susto y ha pasado por una clínica de Roma de donde acaban de darle el alta. Dijeron que iba a un control rutinario y uno, en su ignorancia, se pregunta ¿en vísperas de Semana Santa un control rutinario? En fin…

Hay una cosa cierta. Nadie ha hablado de ella. La iglesia - “Señor yo creo, pero aumenta mi fe” – ha pasado por tantas vicisitudes que pensar que haya estado solo en manos de los hombres, cuesta… ¿A qué están conmigo que es imposible? Pues eso, a lo mejor tiene mucho que ver, Ese de quien no habla casi nadie y  que representamos con forma de paloma blanca… Dicen que llama Espíritu Santo.

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