Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Algunos vecinos de la plaza

                   Benito Moreno; a la guitarra, Pedro Iañez.

1 de noviembre, martes. En la plaza vivió don Gonzalo – don Gonzalo Vázquez Guerrero (1892-1985)- hombre de gran bondad. Docente, interesadísimo por la Historia de su pueblo, dejó apuntes y hojas sueltas, sin que nunca le diese el formato de libro. Fue corresponsal de SUR y de IDEAL de Granada. En 1962 el Ayuntamiento lo nombró Hijo Predilecto.

Antonio Calderón, tallista y cofrade, con Alfonso Pérez Almodóvar segregaron la sección de San Juan de la Cofradía de Dolores y fundaron una nueva con el nombre de María Santísima del Amor y San Juan Evangelista; su hijo Sebastián, tallista, formado en Málaga, Sevilla, Córdoba y Granada deja improntas de su arte en el trono de San Juan, el retablo de la Encarnación y en el convento de Flores.

Benito Moreno, cantaor de poderío, al que ha limitado una alergia permanente que no le ha dejado volar todo lo alto que sus cualidades artísticas le permitían. Hombre comprometido socialmente creó la siguiente malagueña: “Esos grandes mandatarios / que son tan inteligentes / después de mucho pensarlo, / vienen a dar apaño / cuando está muerta la gente”.

Con Francisco Martín Vila publicó, Cantaores y guitarristas de Álora, obra imprescindible para conocer cuánto ha aportado este pueblo al Cante. Comprometido para recuperar la saeta llana o de pasión. Ha roto moldes cantando “saetas por malagueñas”.

María Romero nombre mítico de escultura femenina de la que emanaba agua en la fuente de la Plaza Baja sobre un abrevadero circular con una peana de ornamentación vegetal. La imagen de la niña ataviada con túnica y pelo largo y muy rizado… ¿Quién era esta niña? La figura pudo ser fundida en Málaga en la segunda mitad del siglo XIX.

‘Romanones’, hacía ‘helado de avellanas’ (que es una granizada) puso el listón tan algo que todavía no se ha superado; Inés, ‘la romanona’,  hizo que su voz sobresaliese en los meceeros navideños, en todo lo que suponía folclore en Álora o en el coro de la iglesia…; Pepe ‘Gasolina’ sentó autoridad en el flamenco; en los bares: de Jazminez, Parra, Quinnabo, Pládenas… Allí se medio arreglaba el mundo…; “Merengue”, hacía tejeringos y María Gracia, pan; el “Berbia’ rifaba siempre la misma muñeca; el ‘Beato’ hombre religioso que todos los días iba a su huerta en la Cañada del vaho Álamo…, y tantos otros que veían cómo pasaban ellos, y el tiempo y que el espacio limitado obliga a dejar para otra ocasión.