Debe el nombre a su propietario Diego García Chamizo,
eclesiástico de gran posición social, quien hallándose una tarde en su finca
denominada Huerta de Herrera se acercó a ella un viajero que se dirigía a
Antequera y que pidió de beber. Manifestó haber venido a vender una hacienda de
300 fanegas de tierra, en gran parte poblada de olivos, encinas, acebuche y
matorral y que su dueño pedía diez maravedís por pie, y sólo le ofrecían seis.
Aceptada las condiciones del precio pedido adquirió la finca con la que luego,
en unión de otras fundó capellanía con la condición de que los beneficiarios
debían ordenarse a los 21 años y de no ser así perderían la condición de tales.
MORALES GARCÍA, J. Diccionario Histórico-Geográfico de Álora y
su término municipal. Servicio de Publicaciones de Diputación Provincial de
Málaga. Málaga, 2008
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