Media mañana. Día soleado y ventoso. Otoño que ve pasar
la lluvia de largo. No llega, no quiere dejar que se empapen los campos, que
corran los arroyos, que se limpie el río, que se llenen los pozos. Hay una
caída perezosa de hojas en los árboles caducifolios…
Media mañana. Llega la notica. Juan Vázquez
bicampeón Mundial de Veteranos en Maratón. ¡Ya tetracampeón!: San Sebastián,
Italia, Francia y, ahora Australia. Bueno, más concretamente, en Perth.
Perth está muy lejos. Tan lejos como que está casi
en las antípodas y va Juan y gana, de manera individual en su categoría (+ 55),
y por equipos – formando parte del equipo español – y, por si fuera poco, entra
el quinto en la Clasificación General... o sea que gana a otros, de otras
categorías…
¡Ay, Juan! Esta mañana he sentido
humedad en los ojos. Humedad de alegría. Todo está tan lejos… “Niño, que corra el maestro” y el niño
corría y no hacía caso. ¿Te acuerdas? Eugenio,
que era quien sabía, nos marcaba la pauta; los demás, lo seguíamos. (Por
cierto, nunca pagará Álora a Eugenio lo que hizo por el deporte).
¿Te acuerdas? Aquel patio de la escuela.., y una red
hecha por nosotros, y de postes de voley, dos ¡árboles!; y de colchoneta, en
altura, un soporte de neumáticos viejos que nos regalaba el taller de “el
Perilla”, y de listón una cuerda; y de ¿foso?, de foso un hoyo que hicimos
entre todos y un poco de arena que…
Y, con aquellos medios, empezaron a caer campeonatos
provinciales. ¿Te acuerdas? Primero, Portada Alta, los sábados por las mañanas;
y luego, otros superiores y vinieron participaciones
en Zamora y Cáceres - ¡anda que no había espinos en los alrededores del
Príncipe Felipe! – y cuando caíste extenuado a la entrada en meta y el médico
que te atendía te dijo: “muchacho hay que
entrenar más…” (¿Por qué no me quedaría yo con su dirección?).
Juan tiene en su palmarés un montón de títulos. Eso
es lo de menos. ¿Lo demás…? Es tan buena persona que cuando se le felicita, va
el tío, y como quien no quiere la cosa, te regala una sonrisa amplia, generosa,
espléndida, de quien no se da importancia en nada y ¡es el más grande!
Hoy es uno de esos días que me alegro de leerte a diario, amigo José.
ResponderEliminarUn saludo para ti y un abrazo para Juan desde su pueblo.
Muchas gracias. Espero no defraudarte. Un abrazo.
EliminarCómo evocas con tus escritos José. No abandones nunca esto.
ResponderEliminarJuan ¡es el más grande! corriendo, otros lo son escribiendo.
Muchas gracias, amigo Roberto Fernández. Juan es infinitamente mejor y de eso me alegro un montón, como también me alegro de tener amigos como tú. Un abrazo.
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