Si vas por la
Sierra de Huelva, pasado Rosal de la Frontera, cruza de nuevo el Chanza; vuelve
sobre tus pasos. Desde Aroche - han hecho una carretera nueva - encamínate a
Encinasola: “Estrellita marinera / que vas caminando al norte / dime
si podré llegar / a Encinasola esta noche”.
Cuando llegues
a Encinasola debes saber que estás en tierra de Juan Gualberto que fue ministro
cuando Fernando VII. Tienen por patrón a
San Andrés y a la Virgen de Roca-Amador y a la de Flores: “A orillas de la
Ribera / está la Virgen de Flores / patrona de Encinasola / reina
de los corazones”
En la iglesia, en la parroquia, que posee
una colección pictórica notable, hace un
frío que hasta Dios tirita (te lo digo por experiencia de una noche única). Su
campanario se ve desde la lejanía. El Santuario de la Virgen de Roca-Amador
está sobre una colina; la ermita de Flores, más lejana y un poco escondida. Si te
llegas a Flores, en verano, caminas por tierra reseca. No verás a nadie a quien
preguntar si vas por buen camino…
Al otro lado
del río, - el Múrtiga - está Barranco; es Portugal. Tierra quebrada y puerta de
entrada para el Alentejo. Monsaraz, regala el paisaje más bello de la llanura
alentejana y el Guadiana un mar interior en el pantano de Alqueva…
Encinasola por
donde el sol, cada tarde, le dice adiós
a España cuando se va camino de América, y que está donde Cristo dio las tres
voces y…, tiene fandango propio y comparte historia con Álora. Nos dieron su
Virgen, la Virgen de Flores, y la manera de ser, de entender muchas cosas, de
encender esa luz de dentro que da sentido a la vida...
No sé tú, yo, cuando
he salido y he perdido de vista el pueblo en un recodo del camino, siempre he sentido el nudo en la garganta de
quien se deja algo suyo detrás de sí. Y dice un “hasta luego”, que siempre
tarda en llegar...
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