El bar pequeño; mostrador en escuadra, dos puertas.
Una ventana con reja en la pared más larga. No hay espacio para la decoración. Él, cliente
habitual. Es de estatura, bueno..; lo menos que se vende…Se agarvaña al taburete; trepa. Apoya los
codos...
-
Dicen,- tercia uno, un poco más allá - que van a subir
el vino…
-
Con que no suban el mostrador…
El camarero mira hacia el infinito…
-
¡Niño…! (Se da la vuelta; atiende)
-
¿Qué te pongo?
-
Un liso…
Le sirve.
-
¿De tapa?
-
Hormigón…
Entra otro…
-
“Güenas”…
-
Eran… (Contesta, hecho el lipendi)
-
¿Rejuío?
-
¡Mi mujer que se puesto a dar bajeras….
¡
-
Me han dicho que te han emplumao…
-
El móvil… Que iba hablando por el móvil.
-
Y, ¿cómo se llama la broma?
-
Trescientos, y tres puntos…
-
¿Estás jerío?
-
No, hombre, puntos de los otros, de los
del carné…
-
Y¿con qué cuartos cuentas para…? (hace el gesto que se entiende por pagar)
-
Con los que me echa, Paquillo, ‘el Tizón’.
Llega, un tercero (De apodo, ‘Tapón’) :
-
Tenía que estar lloviendo hasta que los
peces piquen las estrellas.
-
Claro, como tú flotas…
-
¿Os habéis enterado como se cuela el cura nuevo en los entierros?
-
Algo he escuchao.
-
El otro día, cuatro. Ensartó la hebra y al
último muerto por poco hay que echarlo en salmuera…
Taciturno. De los que
beben solos. Se arranca con un cante en
el recodo del mostrador….
-
O te callas, o llamo a los municipales
-
¿Es que los municipales cantan mejor que
yo?
Bar “El Chismo”; esquina de las calles Santa Ana y Carmona; una puerta a
cada calle; en la fachada larga una ventana... Isabel hacía las mejores
ensaladillas rusas – en la línea de
Frutos, ¿vale? - que he comido en
vida. Le llamábamos ‘hormigón’; Juan
tiraba como nadie las cañas… Se nos fueron. Donde estén… Sirvan estas líneas
como homenaje a personas entrañables; estuvieron en nuestras vidas. Vivimos
mientras alguien nos tiene en sus recuerdos…
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