Dicen que es lo que regula que la gente vivamos, más
o menos, en el respeto de unos con otros. Sin ella, la convivencia – con ella,
a veces, también – sería una hartá difícil porque ya se sabe en la tribu, cada
uno hijo de su padre y de su madre y, además, con su leche. Pues, arreglado,
vamos.
Dicen, también, que hubo un rey mítico, un tal
Argantonio que vivía en otro territorio que no era mítico, pero casi, y que se
llamó Tartessos, dio las primera leyes escritas. Tartessos estaba en las
marismas del Guadalquivir. Desde allí, con el paso del tiempo ocuparon otras
tierras; se hicieron ‘grandes’. Del tesoro del Carambolo hablamos otro día
¿vale?
No es cuestión de pararnos a ver si venían de más
allá del Cáucaso - con lo lejos que
queda eso - o si estaban ya aquí porque
se vinieron de allí. No, no Este Argantonio tenía que ser un tipo excepcional.
El tío araba con bueyes. Y se cuentan cosas como que le gustaba el campo y…
Del único
pueblo de la Península Ibérica que habla la Bibilia es precisamente de Tharsis.
Las naves de Salomón venían por cobre para su Templo ¿Alguien, por un casual,
estos días, ha escuchado algo de
nacionalidades históricas y peculiaridades y nacionalismos…, y otras lindezas?
Aquellos tartesios – así se conoce a sus habitantes
– crecieron y crecieron y crecieron. Con el andar del tiempo quedaron
integrados en un país llamado España. Ha llovido mucho (y eso que ahora llueve
poco), tanto que se pierde en la lejanía del tiempo.
No sé si por influencia de Argantonio, o de sus
descendientes o por afición, que hay gente aficionada a las cosas más raras,
España es uno de los países que más leyes tiene. Tantas, tantas… Alguien ha
dicho que es, también, el país en el que menos se cumplen. La Ley para los otros.
La foto está tomada a pie de carretera. El cartel lo
deja claro; el cumplimiento, para otra gente… Vamos, hombre, con leyecitas y
prohibiciones, a mí. ¿Eso? Para otra gente, para otra gente.
No digas por esta tierra, cuyo gobierno se ha puesto fuera y por encima de la ley, que Tartessos estaba en la desembocadura del Guadalquivir, cuando aquí lo situan en Tortosa, y se quedan tan frescos. La ley, para muchos, y no solo para los que venden mercancías justo ante el cartel que lo prohíbe, es puro adorno. La diferencia, es que aquí, su incumplimiento puede suponer el dejar de ser lo que somos.... Y mientras - como los conejos cuando discutían si sus perseguidores eran galgos o podencos - los “padres de la patria”, se pelean entre ellos y pasean bebés, por los bancos del Congreso. ¿ Queda alguien cuerdo en este país, Pepe...?
ResponderEliminarLocos, locos, no se sabe si hay muchos, pero lo que si me gustaría, es poder saber: Como se le puede llamar a esos que a la situación en España, le llama “DEMOCRACIA”.
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