domingo, 25 de mayo de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Una tarde fresquita de mayo

                                   

Europa ha acudido a las urnas. Bueno, Europa, no. Gentes de algunos países que forman parte de eso que llamamos “vieja Europa”. Hoy se ha depositado un voto en las urnas. Elegimos parlamentarios. Dicen que, desde Estrasburgo, pondrán arreglo a algunas cosas ¿Podrán?

Hay un alboroto de gorriones en  la parra. Deben andar de duelos terrenales entre ellos. ¿Serán duelos de amores? La parra ya está llena de pámpanos vigorosos y tiernos y de racimos que dentro de un par de meses serán uvas maduras, sensuales, apetitosas, dulces...

Clama el Papa – al Papa le hacen poco caso quienes pueden resolver los problemas – por la paz en ese infierno perpetuo que se llama Oriente Medio. Cuando hablan del infierno, del otro, claro, es porque nunca se las han andado por Palestina, Israel, Siria, Líbano… y compañeros mártires. No está el infierno debajo de la tierra. No, está en la otra punta del mar azul.

Se despiertan de un sueño. Mejor no han dormido los seguidores madridistas; los del atlético, tampoco. Con el agua tan cerca y sin poderla beber. Discutían, esta mañana, ante el café en la barra del bar: la culpa del árbitro porque alargó cinco minutos…

Lección extraordinaria de señorío en las declaraciones de Simeone. “Me he equivocado”, “tristeza no, amargura sí”, “la cabeza alta…” “hay otro equipo y otro jugadores”. Pues todavía hay un imbécil – perdón por dejarme llevar por el impulso - que en un lavadero televisivo, vulgo tertulia, dice que tiene que dar explicaciones…

El coro infantil cantaba aquello de “Una tarde fresquita de mayo”. Luego, Joaquín Díaz, el mejor recopilador del folclore español, la recogió. Y todos nos deleitamos porque  “Una tarde fresquita de mayo  / cogí mi caballo me fui a pasear…”


Yo no tengo caballo ni me he ido a pasear. Oigo los gorriones en la parra. Una garza busca sustento en el río; canta el Cuco en la Cuesta del Convento. Entorno los ojos. Sueño con el paseo y con la senda por donde pasaba la niña de boquita de miel y con rosas y claveles y… 

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