martes, 13 de mayo de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. España

                                                           

España era para el niño un mapa de hule descascarillado y viejo. Brillaba - el mapa - por algunos sitios;  en otros, tenía perdido el color. Con un puntero de madera largo –  como los palos de villar que usaban, los hombres para jugar en el Casino al que llamaban Círculo Cultural – se señalaban los accidentes geográficos.

El niño sabía porque lo cantaban, todas las tardes, en la escuela, que  España limitaba “al norte con el mar Cantábrico y los Montes Pirineos que nos separan de Francia”. El niño nunca había visto el mar y, ni por supuesto tenía idea de dónde podía estar Francia.

No comprendía el niño porqué si la Islas Canarias eran unas islas tenían que encerrarlas con una línea quebrada y no la dejaban libres, sin marca, sin ninguna marca, como estaban las Islas Baleares que también eran otras islas.

El niño no entendía muchas cosas. No comprendía por qué la Guardia Civil cuando llevaban a alguna persona detenida la paseaba, esposada y humillada, por la Fuentarriba ante los ojos de todos los que miraban y no lo hacía de una manera más discreta. 

También se preguntaba por qué había entierros de varias ‘categorías’ y que según pagaban los dolientes,  les hacía uno o dos o más responsos, con canturreos gregorianos, parando la comitiva fúnebre en la calle…y,  por qué, otras veces, delante de la caja no iba el cura.

Otras veces, venían por las casas algunas personas mayores, pidiendo  para enterrar a alguien “de caridad”. Los entierros siempre le impresionaban mucho al niño porque cuando la ‘parroquia’ se acercaba a la casa del muerto, desde dentro salían muchos llantos y gritos de las mujeres; los hombres, casi siempre iban, detrás, en silencio.


El niño se hacía mayor. Cambió el pantalón corto por uno largo; de jugar en la calle pasó a jugar en el Llanillo y se moceaba por la Cancula. El niño comprendió algunas cosas; otras, no. ¡Cosas que pasan!

2 comentarios:

  1. Pues ese niño, cuando se ha hecho mayor, sigue viendo aún muchas cosas; y sigue sin comprender algunas, como es, por ejemplo, el por qué cuando hay algún detenido, se les colocan, o no, los grilletes para que sean captados por las cámaras en esa situación, dependiendo a qué grupo pertenezca el detenido o qué grupo sea el que en ese momento lleve las riendas... Hay tantas cosas que este niño, ya mayor, sigue sin entender; como es, ... bueno, mejor dejarlo...

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