No hay Dios que lo entienda. Verán: becarios que borran
discos duros de los ordenadores; golfos
que limpian la contabilidad de un partido político (sus siglas también tienen
dos ‘p’ de Pamplona o de Pepe, o de pamplina, como quieran); otro partido (que
está no digo ‘partido’, no; está hecho añicos) pide revocar los acuerdos con la
Santa Sede (otra dos ‘s’)…
Y, en medio de todo, la alcaldesa de la Línea - con
Ayuntamiento en reunido en Pleno - aprueba nombrar “Alcaldesa perpetúa de la
ciudad” a la Inmaculada Concepción… Vamos que eso del dogma y de Roma como que,
un pensaba que queda muy lejos.
Hay más. Un concejal de Torremolinos - quería un minuto de
gloria - pide que no suenen villancicos por la megafonía de la Casa
Consistorial “para no molestar a los trabajadores”…Nos quiere dejar sin peces
bebiendo en el río, ni pastores que bajan a de las montañas ni Magos que vienen
de Oriente, ni …Más o menos.
Me acuerdo de Carlos Puebla cuando nos contaba, en su
canción, aquello de que querían seguir perpetuándose con apartamentos de lujo, (el
del ático doble que entra por dos calles para disimular, no. Ese, también, pero no), con el pueblo sufriendo (¡bastante que les
importa a algunos el sufrimiento del pueblo!) o jugando a la Democracia… “Y en
esto llegó…”
No quiero comandantes que manden “a parar” ni revoluciones
en la sierra. Ni salvadores de uniformes. Ni tertulianos de buche lleno. No.
Como Miguel Hernández me pregunto: “¿De dónde saldrá el martillo/ verdugo de
esta cadena?” “Habla, pueblo, habla.”
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