jueves, 5 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El Diablo cojuelo

 



5 de diciembre, jueves – “¿Qué nuevas hay de guerra, señor español?, preguntó el italiano.

Don Cleofás le dijo:

-Agora todo es guerra.

-Y ¿contra quién? -replicó el francés.

-Contra todo el mundo - le respondió don Cleofás- (…)”

De enorme actualidad.  La escena transcurre en un encuentro fortuito en una venta de Sierra Morena. Han puesto pies en polvareda desde Madrid y van camino de Sevilla…Degustan un salmorejo. En una mesa cercana hay otros comensales con los que entablan la conversación que antecede.

“Daban en la celebérrima villa de Madrid - comienza la inmortal obra - por una oscura noche de octubre, - las doce en punto…”. Cuenta que Cleofás, huyendo por el caballete del tejado, tras una tropelía oye un suspiro. Proviene de una redoma donde alguien está encerrado por mor de un mago… Resulta que es el diablo al que libera y quien a cambio le va enseñar la vida íntima que sucede en los cuartos de las casas de la Corte. Ellos transitan por los tejados y buhardillas.  Se preguntan por sus nombres.

“- Cleofás Leandro Pérez Zamubullo, hidalgo a cuatro vientos, galán de noviciado y estudiante en Alcalá” Le dice.

“- Yo, el Diablo Cojuelo”, contesta el otro.

Narra la visión de la vida que tiene de su época el autor. La obra la divide en “trancos” (saltos) al azar. Novela satírica y moral, propia del tiempo en que se escribe – entre febrero y mayo de 1632 y publicada en 1641). Barroco; España, en decadencia. Es coetánea de Guzmán de Alfarache, de Marcos de Obregón, de Cervantes, de Quevedo. Es una España de desengaño, pobre y piojosa.

Los hombres, aparecen como camorristas, bebedores, bribones y comediantes; llevan vidas licenciosas (…) vengativos y malhadados. Acuden a las iglesias para expiar sus culpas. Causan muerte y dolor y, algunos, sin arrepentimiento (…) y siempre se rinden a la voz de las sirenas.

Las mujeres (no quedan mejor) no se quieren entre sí -dice el diablo- “Dos que vivan intima amistad ( …  ) no es porque la enojada te ame, sino porque quisiera ser la preferida (…) Tienen una de otra tal envidia , que no son capaces de tener amistad”. Muy duro ¿verdad?

Luis Vélez de Guevara, su autor, nació Écija. Estudio Artes en la Universidad de Osuna.  Mal vivió en Madrid de las letras, de las armas y de los servicios a los poderosos. Sablista, pícaro, mujeriego, se casó cuatro veces y se cargó de hijos… Dicen de él que “siempre anduvo falto de dinero y sobrado de buen humor”.

Si yo pudiese preguntarle, siglos después, al Diablo Cojuelo por su color preferido, no me contestaría: celeste, azul, verde, negro…

- El rojo, me diría

- ¿Por qué?

- Porque ese es el color del diablo…

 

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