5 de diciembre, jueves – “¿Qué nuevas hay de guerra, señor español?,
preguntó el italiano.
Don Cleofás le
dijo:
-Agora todo es
guerra.
-Y ¿contra quién?
-replicó el francés.
-Contra todo el
mundo - le respondió don Cleofás- (…)”
De enorme actualidad. La escena transcurre en un encuentro fortuito
en una venta de Sierra Morena. Han puesto pies en polvareda desde Madrid y van
camino de Sevilla…Degustan un salmorejo. En una mesa cercana hay otros comensales
con los que entablan la conversación que antecede.
“Daban en la celebérrima villa
de Madrid - comienza la inmortal obra - por una oscura noche de octubre, - las
doce en punto…”. Cuenta que Cleofás, huyendo por el caballete del tejado, tras
una tropelía oye un suspiro. Proviene de una redoma donde alguien está encerrado
por mor de un mago… Resulta que es el diablo al que libera y quien a cambio le
va enseñar la vida íntima que sucede en los cuartos de las casas de la Corte.
Ellos transitan por los tejados y buhardillas. Se preguntan por sus nombres.
“- Cleofás Leandro Pérez Zamubullo,
hidalgo a cuatro vientos, galán de noviciado y estudiante en Alcalá” Le dice.
“- Yo, el Diablo Cojuelo”, contesta
el otro.
Narra la visión de la vida que
tiene de su época el autor. La obra la divide en “trancos” (saltos) al
azar. Novela satírica y moral, propia del tiempo en que se escribe – entre febrero
y mayo de 1632 y publicada en 1641). Barroco; España, en decadencia. Es coetánea
de Guzmán de Alfarache, de Marcos de Obregón, de Cervantes, de Quevedo. Es una España
de desengaño, pobre y piojosa.
Los hombres, aparecen como camorristas,
bebedores, bribones y comediantes; llevan vidas licenciosas (…) vengativos y malhadados.
Acuden a las iglesias para expiar sus culpas. Causan muerte y dolor y, algunos,
sin arrepentimiento (…) y siempre se rinden a la voz de las sirenas.
Las mujeres (no quedan mejor)
no se quieren entre sí -dice el diablo- “Dos que vivan intima amistad ( … ) no es porque la enojada te ame, sino porque
quisiera ser la preferida (…) Tienen una de otra tal envidia , que no son
capaces de tener amistad”. Muy duro ¿verdad?
Luis Vélez de Guevara, su
autor, nació Écija. Estudio Artes en la Universidad de Osuna. Mal vivió en Madrid de las letras, de las armas
y de los servicios a los poderosos. Sablista, pícaro, mujeriego, se casó cuatro
veces y se cargó de hijos… Dicen de él que “siempre anduvo falto de dinero y
sobrado de buen humor”.
Si yo pudiese preguntarle,
siglos después, al Diablo Cojuelo por su color preferido, no me contestaría:
celeste, azul, verde, negro…
- El rojo, me diría
- ¿Por qué?
- Porque ese es el color del
diablo…
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