martes, 4 de junio de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Breviario



4 de junio, martes. El pasado 3 de junio murió en la Ciudad Eterna un hombre bueno. Era de madrugada. Comenzaron a doblar las campanas de Roma; luego, las del mundo entero.  En la iglesia católica se le conoció como Juan XXIII que fue el orden que le correspondió cuando cogió ese ordinal al sustituir a Pio XII.

Su labor, muy breve en el tiempo, fue inmensa. Hizo una labor tan descomunal en el cambio de la Iglesia que a pesar de la brevedad de su pontificado estuvo plagado de acontecimientos que unos se solaparon a otros. Proclamó un Concilio Ecuménico, el Vaticano II del que aún se espera mucho.

Venía de una familia de campesinos pobres de la Italia profunda. De una inteligencia eminentemente práctica supo adaptarse a los tiempos a los que buscaba soluciones asequibles. Realizó una labor ingente en un lugar muy conflictivo: los Balcanes. La convivencia casi un imposible; las soluciones, una entelequia. Salió airoso. Procuró la amistado con todos.

Pio XII tras finalizar la Guerra Mundial lo envía a París. El lugar era de una dificultad enorme. Se cuenta como anécdota – quizá se conozca más su vida por la manera airosa que tenía de salir de los problemas – que  observaba que a los actos de la Legación Pontificia no asistía casi nadie significativo del mundo diplomático. Tiene una feliz idea. Contrata a los mejores cocineros de Paris. Desde aquel momento no faltaba nadie a los actos de la Embajada.

Nombrado Patriarca de Venecia – su lema, “Pastor et Nauta” – viaja sin las vestimentas de cardenal en las góndolas de los canales. Conoce a las prostitutas, gondoleros, turistas, gente que se mueve por el mundo de los canales. Tenía la mejor información. Un sacerdote de vida licenciosa se ve sorprendido. Le pide que lo acompañe a Palacio y que lo confiese. Al final le die que le de gracias a Dios por haber podido perdonar a su arzobispo….

Ante la oposición de la curia recibe a la hija de Khruschev. ¿Tienen ustedes hijos?

- Sí, uno.

- ¿Cómo se llama?

- Iván…

- Iván se llamaba mi padre e Iván me llamo yo… Se los metió en el bolsillo.

Convulsiona el mundo en la crisis de los misiles de Cuba, en las relaciones de la Guerra fría; en la convivencia con diferentes religiones – se le llega a acusar incluso de masón –. A su muerte Pablo VI es el Papa que encauza el Concilio.

Dicen que la noche en que es nombrado Papa y asentados un poco los acontecimientos, el secretario le preguntó:

 - Santidad ¿y ahora qué?

- Ahora, dicen que contestó, vamos a rezar el Breviario que hoy todavía no lo hemos rezado…. Era el Papa Bueno, el Papa Juan a quien difícilmente la iglesia va a olvidar en mucho tiempo….

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