jueves, 13 de junio de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tarazona, entre el espacio y el tiempo


        


13 de junio, jueves. Cuando llegué a Tarazona – venía de Tulebras - pasé por delante de la plaza de toros, donde volvió a nacer Jaime Ostos. Una cornada de “Nevado”, que pastaba en el campo charro, con divisa “negra y caña”, en la ganadería de Andrés Ramos, le asestó una cornada y le segó la ilíaca. Era el 17 de julio de 1963; le dieron la Extremaunción y se redactó el parte de defunción…

Fui a la catedral de Santa María de la Huerta. Ya está terminada la restauración. Joya entre el Gótico y el Renacimiento. Un tesoro por dentro; una belleza, por fuera.

Me dicen que baje a la Plaza de San Francisco y desde allí, por el Paseo de la Virgen del río – por cierto, el Queile, del que hablé en el artículo de ayer y del que me ha dicho Rafael Nuño que nace en Vozmediano – pase por segundo puente y suba por Los Recodos, pero que antes vea la plaza de Toros vieja, octogonal. Otro tesoro escondido, del XVIII. Lo hago. Cruzo y, luego, me adentro, cuesta arriba hacia la morería, a la izquierda; la judería, a la derecha.

Paso por delante del palacio episcopal y por debajo el arco de la Traición y por la Magdalena y…

- Tienen ustedes, le digo, casi en el la puerta del Cinto, a un muchacho que sube como yo por San Atilano,  una joya en sus manos. Le pregunto por la Judería, me dice que vuelva sobre mis pasos. Verá, que se cae porque está sin gente y no hay dinero para restaurar y que él se llama Manolo…

Le hago caso. Me adentro. Todo es rancio y viejo; historia en ladrillo. Luchan por conservar un pasado. Las casas colgantes, como la nieve que se derrite en las manos, se escapa, se pierde.

Bajo a la plaza de los Arcedianos. Me cruzo con una mujer joven con dos niñas. Vienen de la escuela. Delata la hora y las carteras. Le hablo del barrio, de la ciudad. La misma lamentación: sobra patrimonio; falta dinero y gente…

- ¿Para bajar al río?, pregunto.

- Mamá, ¿al río? dice una de las niñas.

- Sí, hija, al paseo… Tome, me contesta, por ese atajico…

Tarazona enclave entre los reinos de Aragón, Castilla y Navarra, acogió a cristianos, judíos y musulmanes. Hoy está lejos de todos sitios. Ha perdido las dos estaciones de ferrocarril y no llegan las autovías que van por otros caminos. Allí nacieron Raquel Meyer y Paco Martínez Soria…

Leo que van a ‘abrir’ un día promocional para darla a conocer. Me encantaría compartirlo…

 

 

 

 

 

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