domingo, 2 de junio de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Corpus Christi

 




2 de junio, domingo. Desde hace unos años la Iglesia Católica se adaptó a lo tiempos. Siempre se celebró el Corpus Christi, o sea el Cuerpo de Cristo, en jueves. Los acontecimientos en algunas ciudades mantuvieron la tradición; en otros, la cambiaron al domingo. Da igual. El significado es el mismo.

En la Edad Media, y luego, durante el Siglo de Oro en los atrios de las iglesias durante la noche anterior a la festividad del Corpus se celebraban los Autos Sacramentales. Piezas sacras que concluían con la exaltación del Santísimo Sacramento. Me dirán que en estos tiempos en que parece estar de moda vivir de espalda a Dios, esto casi no tiene sentido. Me pregunto, a solas conmigo mismo. ¿Y si lo tiene?

Hace un montón de años. En 1952 se celebró en Barcelona uno de los Congresos Eucarísticos más importantes de los celebrados en España. Fue un acontecimiento religioso, social, político y de toda índole. Le correspondió el orden XXXV. Le dieron categoría de Internacional y acudió lo más selecto de la organización eclesiástica de aquel tiempo, de dentro y de fuera de España.

Ese Congreso dejó un Himno hoy casi desconocido. (Letra de José Mª Pemán y música de Luís de Aramburu). La letra por el significado que trasmite, excepcional. Entre otras cosas viene a decir: “Como estás mi Señor en la custodia, igual que la palmera que alegra el arenal… ¿Cabe más Belleza plática? No queda ahí la cosa. El mensaje se sube de tono. “Cristo en todas las almas y en el mundo la paz”. Con ver un telediario de esos que nos llenan de terror la pantalla, esta letra tendría sentido para estar meditándola un rato grande, muy grande.

Acaba de publicar mi maestro Lorenzo Orellana algo referente a la historia del verdadero significado de la Fiesta. Fiesta profunda de Fe. “Dichosos los que sin ver creyeron”. Pero no se ha quedado ahí. Lleva, desde hace un tiempo, hablando en una correlación de artículos de la Samarita. Todo está en contra y de pronto un judío, junto al brocal del pozo, en el fragor del calor del mediodía, le dice “dame de beber”.

Ayer tarde bajo un cielo plomizo de nubes de levante paseaba por la orilla del mar en Torre del Mar. No había ningún pozo. Los niños jugaban en la arena. Sobraba el agua; las olas rompían contra unas rocas solitarias. Toda esa masa de agua perdida. En un momento, pensé: “dame de beber”….

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