11 de junio, martes. Dicen
que los ángeles tienen alas. No sé si las alas de los ángeles tienen plumas y
si ellos, en su travesura, de vez en cuando, se las arrancan parar escribir.
Claro, tampoco sé si los ángeles tienen tinteros para mojarlas. Lo cierto es
que nunca he visto un ángel manchado de tinta. (De los otros, de esos de plumas
blancas, si he visto algunos, pero eso se lo contaré otro día)
Los ángeles cada mañana, a esa
hora en que los niños necesitan un recreo, Dios los echa a esos campos celestes
con que se visten los cielos y juegan a las cosas más raras del mundo - del
celestial, claro, del otro, no hablamos. Entonces ellos forman nubes de
capricho y les dan las composturas más inimaginables…
- ¿Ves, esas que son
algodonosas y oscuras? Vienen cargadas de agua. Se llaman cúmulos nimbos. Descargan donde
quieren y el campo se viste de silencio y de quietud. Los pájaros, algunos, se
meten debajo de los pámpanos de la parra; otros, se van al nido y se abren de
alas y no dejan que las gotas frías mojen a sus polluelos. Tienen pocas plumas,
el agua está fría y pueden que se constipen…
- ¿Y aquellas blancas que
parecen azúcar de feria?
- Esas se llaman nimbos. Son
tan blancas porque se visten de limpio para pasearse por las tardes y, cuando
les parece se dan vueltas por el cielo. Y el hombre que informa del tiempo en
los telediarios dice que son “nubes de evolución diurna con desarrollo
vespertino vertical”. El hombre del tiempo es un poco complicado para no decir
que por las tardes les gusta jugar al escondite en las cumbres de los cerros.
Mi amigo, antes, cada día salía
al campo. Unas veces, cuando era joven trabajaba en un molino y juntaba
aceitunas en las tolvas y les sacaba un oro líquido que han dado en llamar
aceite….
A mi amigo le dio por juntar
palabras y las llevaba de la mano y cuando a él el parecía bien los llamaba
poemas y, muchos, yo entre ellos, nos deleitamos y no nos hartamos de leer esas
palabras que van unas junto a otras. Otras veces, hace una pequeña constelación
de palabras como los luceros cuando comienza a anochecer y dice que son
artículos y las junta y entonces, a eso los llama libros… Y los amigos no nos
hartamos de leer sus palabras como quien busca la esencia libando en ellas y
sabemos de magarzas, de margaritas, flores de almendros, de trigales, de
amapolas, de poleo, de amistad… Ya les digo, mi amigo escribe como los ángeles.
¡Ah, mi amigo celebra su onomástica el 13 de junio!
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