viernes, 1 de diciembre de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Andalucía


                                


 Línea férrea. Término municipal de Álora entre las estaciones de Álora y Las Mellizas

 

1 de diciembre, viernes. Leía hace un rato a Pérez Galdós.  Me dirán que suena raro leer a don Benito en los tiempos que corren. Más insólito es leer lo que dice de un viaje por el sur de Inglaterra. Cuenta del entrelazado de líneas de ferrocarril y de sus campos verdes, de sus fábricas...

Por ese arte de birlibirloque pienso en Andalucía. Por extensión, casi tan grande como Portugal; por población, bastante más que algunos países europeos de los que todos los días habla el telediario. Puestos a sacar pecho de ‘nacionalismo’ podríamos ser un estado miembro de la Unión Europea. ¡Qué cosas verdad!

Tenemos sol a raudales; no tenemos agua ni materias primas; hemos dejado morir la industria lenta y agónicamente; los mares, esquilmados, la agricultura de primor se enfrenta a problemas serios en la producción y en la logística de la comercialización. Entran en juego un puñado de factores; nos hemos entregado a eso que se llama industria sin humo, o sea turismo.

Hay una lucha en la estadística de superación de vuelos del aeropuerto de Málaga – el tercero de la Península, por más que le pese a otros – y una vorágine de cruceros en el puerto. En Cádiz a esos turistas, los llaman los ‘diesel’ por lo mucho que andan y lo poco que gastan. En Málaga toman el centro y uno piensa en cosas raras.

No tenemos banca propia. El capital huyó – de la mano de otros y de algunos propios – y se montó el desarrollo industrial del País Vasco y Cataluña. Sí, la tierra de esos que dicen que les robamos y otras lindeces para exponer que no quieren ir de compañeros en nuestro viaje. La banca ‘de fuera’ se ve por esquinas, y la de aquí deja muchas interrogantes. Hay otras, pero como aquello del jamón barato ni es jamón ni…

Nuestras comunicaciones por ferrocarril son muy mejorables. Pasan las horas y las horas sin que aparezca un tren por nuestras vías; las carreteras, algunas saturadas; otras inexistentes. Hay deficiencias grandes, muy grandes en Sanidad y en Educación. Uno lamenta, el nivel que se ve en ocasiones.  Nos preguntemos qué puñetas está pasando. ¿Qué moldes rompe nuestra Universidad? Ah, y creo que lo único que nos salva es la gente. Al menos nos ha quedado muy claro: aquí se trabaja para vivir… (Total, “Si el domingo, resucita.”) También, hay otros lópeces. No quiero tocarlos.

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