8 de diciembre, viernes. Montilla
está recostada en un altozano; la campiña feraz la abraza y rodea. Enfrente,
Espejo, corona el monte; en el otro, camino de Córdoba, Montemayor. Por el
oeste, La Rambla y Aguilar de la Frontera; por el sur, Lucena y Monturque (¿te
acuerdas, hermano aquella noche del pulpo a la gallega? Me luçí).
Aparco. Subo por Gran Capitán y
por Herradores, a la plaza de la Rosa; luego, a la Corredera. Está abierta la
Basílica de la Encarnación. Todo huele a pasado esplendoroso, a Compañía de
Jesús, a otro tiempo. Busco la estela de San Juan de Ávila…
Nació en Almodóvar del Campo.
Hace muchos estuve allí siguiendo, como hoy, su rastro. Otros, dicen que no, que
en Molina de Aragón. Hijo de un judeoconverso dueño de una mina de plata en
Sierra Morena. Su infancia, sin problemas.
Estudió en Salamanca y Alcalá.
Lo deja todo, lo reparte todo y se dedica a la predicación. La letra de Himno
que aprendí cuando yo era joven decía: “tu afán predicar a Cristo / tu amor
la iglesia y las almas…”
Quiso marchar a América. El
arzobispo de Sevilla – la iglesia de Sevilla siempre ha tenido a su frente
gente muy preclara que vislumbra lo mejor – le dice que se dedique a predicar
en Andalucía. Lo hace. Procesado por la Inquisición, lo acusan de ‘erasmista’.
Preso en el castillo de San Jorge, de Triana. En Córdoba funda un colegio. Allí, un tal
Miguel de Cervantes, que vive con su abuelo, aprende a leer y escribir. Ya se
sabe, los jesuitas…
Se le atribuye, erróneamente,
el soneto “No me mueve mi Dios para quererte…” Se codea con la corriente
de ascetas de la época: Teresa de Ávila, Ignacio de Loyola, Juan de Dios, Tomás
de Villanueva, Juan de Ribera, Pedro de Alcántara, Fray Luis de Granada… Todos,
menos Fray Luis, se veneran como santos. Él, por poco. Su proceso ha tardado…
En 1894, León XIII, lo
beatifica; 1946, Pio XII lo reconoce patrono del Clero Secular; Pablo VI lo
lleva a los altares en 1970 y Benedicto XVI, en 2012, lo reconoce Doctor de la
Iglesia. Todo demasiado largo ¿verdad? Había nacido en 1500 y murió en Montilla
en 1569. Donó su imponente biblioteca a la Compañía de Jesús. Sus restos
reposan en la Basílica de la Encarnación de Montilla…
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