Calle Erillas. Álora (Málaga). La primera, a laderecha, con dos balcones, mi casa...
28 de
julio, jueves. La primera infancia del niño huele a calle
Erillas. El niño nació en el Callejón. Pasado un tiempo, le pusieron un nombre
más rimbombante y lo llamaron Veracruz. El niño nació por encima de la baranda
frente a la barbería de Andresito.
Vivió allí hasta que murió su
padre. Aún no había cumplido tres años cuando se lo llevó un maldito tifus…, y,
entonces, se trasladaron a la calle Erillas. Una calle larga, con personalidad
que tiene varios tramos. Uno, de una sola acera; en la medición, a la
izquierda, una calzada; y al final, una cuesta empinada desde donde se ve El
Hacho pero que solo pueden hacerlo los que se llegan hasta allí.
Su infancia huele a vecinos
entrañables. A un lado, Juana, mayor y gruesa, con el pelo recogido en un rodete,
sentada en un sillón con reposabrazos. Paca, Mateo y Joaquina…y Paquito, hermano electo. En su casa había una
llave de la mía; al otro, Inés y sus hijos y Dolores, su hermana que era
soltera; enfrente, el Maestro Paquirri y Pepa y Juana y Alonso que tocaba en la
rondalla y Beli…
Un día el niño comenzó a darse
cuenta de las cosas. Su madre, le dijo:
-
Cuando murió tu padre, “el Sordo”, no abrió la taberna, que estaba enfrente, a pesar de ser
víspera de feria en señal de respeto, para que lo sepas…
-
Sí, mamá…
Otro
día, le contó, que el hermano de Jeromo, “el
Meíno”, ató su pañuelo al asa de la caja de tu padre para que nadie le
quitase el sitio a su hombro porque era su amigo, para que lo sepas…
-
Sí, mamá…
El niño sabía que cuando iban a
la huerta, preguntaba:
-
Papá, ¿cuándo me vas a coger en los hombros?
-
En la punta…
-
¿Y dónde está la punta? preguntaba.
Y, entonces, su padre se ponía
en cuclillas y decía:
-
Aquí mismo…
Mañana harán setenta y tres
años que al niño se le fue su padre. El niño notó la ausencia de la mano a la
que asirse y se refugió en el calor de los besos de quienes se sentía querido. La
calle Erillas olía entonces, a niñas jugando a la rueda en las tardes de mayo y
a partidos de fútbol con dos piedras como postes cuando no había bestias
amarradas en las rejas…
No hay comentarios:
Publicar un comentario