Brevas. Variedad: "Franciscana"
9 de
julio, sábado. La higuera es un árbol de porte medio. Alguno
incluso lo rebajan de categoría y lo dejan en arbusto. Su hoja, grande y de gran
frondosidad. Hermana en botánica, de los ficus. Desprende un líquido
blanquecino y muy pegajoso, hasta el punto de generar un cierto picor al tacto.
La higuera tiene una leña muy
blanda y de una combustión muy dificultosa. En el refranero no queda bien
parada, hasta el punto que de ella se dice: “la leña de higuera que la corte mi
hijo y la queme mi nuera”. Lo que además de pregonar una posible mala relación
entre suegras y nueras, deja entrever la dificultad de combustión.
En el Libro del Buen Amor, Juan
Ruiz Arcipreste de este pueblo de Guadalajara que está en costera y que se
llama Hita, dejó entre otras muchas cosas un conocimiento de cómo era la
sociedad de su tiempo. Describe un tapiz de la tienda de don Amor y entre las
labores de los meses de mayo, junio y julio, cuenta una serie de faenas de esos
meses.
Dice el Arcipreste (con
anterioridad describe otros) “El segundo tenía en su mano una hoz, / segaba las
cebadas de todo aquel alfoz, / comía brevas nuevas y cogía el arroz, / por
comer uvas verdes enronqueció su voz”.
Es tiempo de siegas, de
segadores con hoz en la mano, de recolección de otro cereal, el arroz que ya en
aquel tiempo competía con el trigo y con las cebadas y de las vides que ofrecen
los frutos granados, pero que aún no está maduros.
Y naturalmente, habla de
brevas. Las brevas son frutos que se viene por san Juan – “por San Juan de
Junio” dicen los papeles viejos que fijaban fecha para pagar las rentas de los
labradores para diferenciarlo del Evangelista, que celebra su festividad por las
cercanías de la Navidad- y a principios
de verano.
Algunas higueras dan dos
cosechas: brevas e higos. Las brevas son higos de la cosecha del anterior que
no llegaron a madurar y por eso lo hacen cuando llega el buen tiempo con la
primavera. Los higos son más tardíos y son ya coetáneos del verano, hasta el
punto que su recolección va desde finales de julio hasta el otoño, cuando las
primeras lluvias los malucan.
Hay muchas variedades de
higueras. En España alcanza una gran apreciación comercial la ‘franciscana’ de
brevas negras.
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