lunes, 14 de junio de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Por el hilo al ovillo





Las imágenes ofrecían un mar azul, a veces con olas como pañolitos blancos y una embarcación que daba vueltas sobre un punto imaginario, horas y horas. Desde la orilla, las miradas lo seguían con ansiedad. En la lejanía, el horizonte.

El buque del Instituto Oceanográfico Español (IOE) Ángeles Alvariño, ha entrado en todas las casas españolas a través de los telediarios. La tragedia de Tenerife y la labor de búsqueda que han realizado sus profesionales, ha llevado primero, una esperanza imposible, y luego, la consumación de la tragedia.

¿Por qué ese nombre? ¿Quién fue Ángeles Alvariño? Muy poca gente en nuestra tierra conoce quien fue esa mujer, ferrolana de nacimiento (1916-2005). Es la primera mujer española que figura en la “Enciclopedia de científicos del mundo” por su labor investigadora de los fondos marinos.

Estudió en la Universidad Central, en Madrid, pero la guerra civil truncó sus estudios pero no su vocación. Llegó a doctorarse con cincuenta años y toda su vida, ‘contra viento y marea’ la dedicó al estudio de los océanos.

Su labor en España como mujer, estuvo plagada de obstáculos. En 1953 embarcó en un buque científico británico, pero aquello tampoco fue un camino de rosas. Sin embargo, como consecuencia de su dedicación y trabajo, descubrió veintidós especies marinas que no se habían conocido con anterioridad.

Becada por el Instituto Oceanográfico de Madrid, y después por el Oceanographic Institution de Massachusetts, se abrió paso y llegó a ser una autoridad con proyección internacional según ha informado el periódico El Español en un reportaje sobre su labor en el campo de la zoología marina.

Durante un tiempo, el que va de 1956 a 1963, se asentó en California desde donde realizó estudios en los Océanos Atlántico, Pacífico e Índico sobre el plancton y las medusas, así como la vida en los mares, su desarrollo y la influencia que la mano del hombre iba dejando poco a poco.

En España - tampoco es una novedad – su reconocimiento le llegó tarde. Su tierra natal en 1993, le concedió la Medalla de Plata de Galicia “por su labor científica y por su impacto internacional” y posteriormente la Xunta creó becas con su nombre para apoyar a jóvenes investigadores del mar. Su legado se encuentra en el Archivo Municipal de A Coruña y su prestigio es más reconocido fuera que dentro de España. Ya se sabe…

No hay comentarios:

Publicar un comentario