jueves, 3 de junio de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Chupitira

 

                                      


“Chupa y tira”, era casi patrón (había muchas costureras y modistas) que cortaba la esencia del barrio. Una definición que aclaraba la base de la economía culinaria, en una zona donde sobraban bocas y faltaba el dinero. Había que hacer frente a las necesidades, algunas tan perentorias, como esa costumbre de comer todos los días. En el menú, almejas. Comida barata y al alcance de la mano, sobre todo de los pobres.

El barrio de la Victoria se extendió hacia la ciudad desde el Santuario de la Patrona. Gibralfaro por el este; por el norte, el Calvario; por poniente, “el lejío” (el Ejido); por el sur, la Plaza de la Merced. Allí, nació Picasso. Ahora, con el derribo del cine Astoria, se presenta una ocasión de oro para dotar de un espacio diáfano a una gran plaza. Tengo mis dudas, demasiados intereses... Allí, arrancaba la calle de la Victoria, arteria de salida para encarar la Cuesta de la Reina. Los días de Oficios en la Catedral, era un bisbeo de becas rojas sobre los hombros de los seminaristas…

Barrio de gente sencilla y trabajadora. En la calle del Agua, la capilla del Rescate y la Virgen de Gracia. “La Virgen de Gracia era mi vecina de enfrente cuando yo era niño”, dejó dicho el maestro Alcántara.  Un poco más allá, en calle Lagunillas, un lugar donde tuvo las primeras lecciones de boxeo desde el otro lado de las cuatro cuerdas.

Frente a la iglesia de San Lázaro – el primer lazareto de Málaga, fundado cuando casi terminaba el siglo XV - el Jardín de los Monos. Una jaula de hierro tenía prisioneros dos monos escuálidos a los que los niños, a veces… En fin, esas cosas que pasaban en otros tiempos.

El camarín de la Virgen de la Victoria es una joya del rococó. El panteón de los condes de Buenavista, uno de los más tétricos que uno puede encontrarse deambulando por España. La muerte da miedo siempre, cuando se baja a la cripta, entonces, más.  Conquista, milagros que propician victorias, frailes Mínimos, convento que fue y ya no es, Fernando el Católico y Maximiliano de Austria que regaló la imagen…, Patrona desde entonces.

Todo eso es parte de la historia de Málaga y de España cuando aún no se llamaba así y por ende del barrio de ‘Chupitira’, o sea, del Barrio de la Victoria.

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