martes, 22 de junio de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La bien cercada

 


                          


Dos ciudades españolas tienen por apellidos: “la bien cercada”. La andaluza Álora en un promontorio, el Cerro de la Torres (ya apunta algo), a orillas del río Guadalhorce en la provincia de Málaga. Otra, la leonesa Zamora, a orillas del Duero.

Álora tiene raíces ibero-tartesicas. El hallazgo de una moneda, de fragmentos de cerámica, restos de su muralla y ánforas del alfar del arroyo Hondo, hablan de su importancia desde tiempos remotos.

Los romanos edificaron allí la ciudad de Iluro. Durante muchos años, algunos historiadores dudaron del lugar del asentamiento y lo situaron en sitios diferentes. Ya se admite que en el Castillo de las Torres, estuvo asentada la ciudad de Iluro.

No quedan vestigios del paso de los visigodos. Los árabes, desde el 711 a su llegada, reedificaron el castillo. Hay presencia del Emirato, del Califato y de los Reinos Taifas.

El Muqtabis V dice, que en la campaña de Talyayra, An-Nasir marchó con su ejército sobre la fortaleza de Álora (…) “la tomó y la puso bajo el mando de Walid ben Muhammad ben Futaays y de Latí ben Tabit”.

En la primavera de 1434, Diego de Ribera, Adelantado de Andalucía, muere en su cerco. Un romance que comienza: “Álora, la bien cercada…” lo cuenta.

Zamora está amurallada desde la época romana. Pierde también los vestigios de suevos y visigodos y los toma con la Reconquista. Alfonso III de Asturias inicia la construcción de sus murallas y repuebla el Duero con gentes de La Montaña y mozárabes de Toledo. En el siglo X es uno de los emporios de mayor importancia en el Reino.

En el 901 sufre un ataque sangriento a manos de Ahmed-ben-Moavia, conocido como Abul Kassin. En el 939, después de la batalla de Simancas, la atacan las tropas de Abderramán III y en el 980, las  de Almanzor logran superar el recinto amurallado y permanecen allí hasta 1002, después de Calatañazor… Fernando I  y Alfonso VI recrecieron sus murallas...

Doña Urraca se queja a su padre por la herencia y se halla con la respuesta: “Allá en Castilla la Vieja un rincón se me olvidaba; / Zamora había por nombre, Zamora la bien cercada.” Ante sus muros murió Sancho II a manos de Vellido Dolfos ¿Leyenda?

Tiempos pasados.  Aviso a navegantes: ¿Podría hacerse un hermanamiento entre las dos ciudades unidas por el mismo apellido?

 

 

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