lunes, 12 de octubre de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Rafa

 



Único, señero, singular, extraordinario, original, distinto, sin par, especial, fuera de lo corriente, insólito, inusitado. Es decir, Rafa Nadal.

Excepcional, fabuloso, asombroso, sorprendente, propio, peculiar, personal, individual, exclusivo, sui generis, esencial, inabarcable, espléndido. Es decir, Rafa Nadal.

Prodigioso, específico, inédito, prototipo, portentoso, mágico, mirífico, increíble, ponderado, inaudito. Es decir, Rafa Nadal.

Esperado, peregrino, inverosímil, característico, a propósito, subjetivo, íntimo, profundo, recóndito, humilde, hondo, inabordable. Es decir, Rafa Nadal

Todos estos sinónimos como aquellos Diez Mandamientos que nos enseñaban en la catequesis y luego en la Historia Sagrada  - cuando la Historia Sagrada se daba a conocer, porque estudiar es otra cosa, en las escuelas – se encerraban en dos, ahora, todo esto se compendian en dos palabras: Rafa Nada.

Su nombre ha abierto portadas en muchos periódicos nacionales – y parte del extranjero – y todos reconocen que este hombre reúne tantas cualidades que son imposibles concretarlas pero sí hay dos palabras que dicen quién es: persona extraordinaria.

Cuando, al recibir el premio se dirigió a los  cuatro vientos, sabiendo hablar, con lo difícil que es hablar en público, se acordó de todos los que sufren, tuvo palabras de reconocimiento y alabanzas para su adversario en la pista y para todos los que, de una u otra manera, habían trabajado denodadamente para conseguir llegar hasta donde  estaba en ese momento.

Hacer un relación de triunfos con una raqueta de tenis en la mano por todas las pistas del mundo – de ahí peregrino - no tiene ningún sentido. Sería un listín telefónico. Uno, cuando ve esas cosas cae en la cuenta: el sacrificio, el trabajo y el esfuerzo tienen recompensa; la humildad, reconocimiento; la sensatez, valoración. Van en el mismo saco del equipaje

En esta España convulsa y azotada por vientos de los que quieren imponer sus ideas – los otros vientos, los de los temporales, se presentarán cualquier día – se valora de manera especial esa palabra justa y medida, que no ofende, que no avasalla, que no es engreída ni soberbia…., y eso, convendrán conmigo que se agradece, y mucho.

Un tío al que no se le cae ningún anillo por ir a sacar barro con la gente de su pueblo arrasado y hecho añicos por una riada es gente de otra pasta. Es de Mallorca, y se llama Rafael Nadal.


No hay comentarios:

Publicar un comentario