Eran siete. Como los ‘niños de Écija’, como los días de la
semana, como los días de la Creación. Y se juntaron como ocurre con las cosas
cuando no se programan: porque sí. Porque las cosas que salen bien son las que
no están previstas. Primero llegó Antonio Avilés. He venido… y luego fueron llegando. He llamado a Juan
González.
Y en el bar del Chismo se unieron Paco Navarro –reciente
abuelo, de baba nueva que paga las primera rondas - y Ventura, y Juan Blanco y,
luego llegó Acedo y arrancó el día. Pasaba por la calle, entra, nos saluda, ‘comenta’…,
y sigue camino. Es Antonio Javier Trujillo, ‘nuestro médico’. Y fueron cañas
fresquistas con vasos que chorreaban espuma y ‘hormigón’ del bueno… ¿Habrá algo
mejor que la espuma de una cerveza un medio día de calor?
Y, luego, enfrente, en Candelaria siguió la fiesta. Se
recordaron tiempos. Otros tiempos… Hay que brindar porque el primero de
septiembre llega una vez, sólo una vez, al año. Los hay con moreno de playa,
con moreno de campo, con moreno de barra de fija, con moreno de nietos.
-
Y, ¿a ti que curso te han dado?
-
Primero B
-
Y ¿a ti?
-
Quinto de Repetidores
-
Y, ¿a ti?
-
Vigilancia del Recreo…
Y se recuerdan otros tiempos. Cursos y cursillos “porque hay
que acumular méritos” por lo de los trienios, sexenios y complementos…Y vienen
los recuerdos. A los que ya no están y, hablan, ahora, de vacaciones con el
Inserso. ¡Qué tiempos!
¿Te acuerdas? Y Juan – Juan Blanco – pregunta a Candelaria
si “hoy hay, de tapa, arroz” Y, la mujer con más paciencia que Job le responde
con la mejor de las palabras: se lo dice todo con una sonrisa.
-
Si tú escribes, yo pongo la foto. Compromiso
cumplido, “Jordi”. Por cierto, pagamos a
escote. Los ahorrillos de Andorra para…
Eran siete. Ni nada que ver con los de Écija, ni cono otros
siete. Simplemente, siete amigos. Se encuentran, se ven, echan el rato y…
porque hay días en los que no ocurre nada pasan estas cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario