lunes, 8 de septiembre de 2014

Una hoja suelta de cuaderno de bitácora. Virgen de Flores

                                             

De burdeos y oro. La Virgen – la Virgen de Flores – iba de burdeos y oro. Estrenaba un manto precioso con profusión de hilos dorados sobre fondo de un terciopelo burdeos o al menos eso es lo que se apreciaba desde la media distancia. En el centro el escudo de la localidad, y Ella recorriendo las calles de Álora, o sea, por su pueblo.

No era una borrachera de nardos que venía la calle arriba. No. No se olía a nardos y a Virgen de Flores. Cosas que pasan. Parece que este año correspondía dejar el trono paupérrimo de flores (sólo claveles blancos).  Sí estaba, porque ese no falta nunca el calor de septiembre agazapado para verla pasar.

Era la gente agolpada en la calle y un ramillete de muchachos sudorosos debajo de un varal. Era la Virgen de Flores y ocho de septiembre. Y los que acuden y rezan, y los que la ven pasar, y los que no están…Y notas, cada vez, más logradas las notas de la Banda de Música Municipal. ¡Va por Ella!.

He llegado casi con la hora justa. Carretera y nubes por un cielo, a ratos celeste, a ratos entelerañado, a ratos limpio. Había que llegar. Me he puesto justo a la orilla de la calle. En los mismos sitios de siempre, porque como no me quedo quieto… Con casi la misma gente de siempre. Donde otros años. Pasan velas que alumbran. Los que van siempre, los que vienen nuevos, los que…

Decían por la radio del coche, mientras atravesaba campos desérticos y secos que hoy había  media España en fiesta. La llaman con las advocaciones más diferentes: De Asturias a las tierras andaluzas. Uniendo los puntos cardinales de un mapa cada vez con más ganas de romperse.

Alguien se ha pasado en los comentarios. Ponderaban a la Santina: “Esto es España, lo demás tierra reconquistada”. Vale, hombre, vale, tampoco hay que ponerse así… pero hay una cosa que nos une. Todos le llamamos: Madre.


Lo siento. De verdad que lo siento pero esta noche de septiembre no me ha olido a nardos (sólo un ramillete en el frontal), aunque eso sí, me ha olido a Virgen de Flores, que en el fondo es lo que importan ¿o, no?

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