viernes, 31 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Belleza escondida
Octubre, 31 viernes
Álora se asienta en la vertiente oriental del monte Hacho. Los primeros rayos de sol apuntan a su cumbre, iluminan la cruz que, desde tiempo inmemorial está allí, Dicen que la costumbre de coronar con una cruz los montes viene de los visigodos.
El Hacho tiene una
altitud de
En su composición entran a formar parte rocas areniscas calcáreas del Postorogénico. Su suelo, pardo calizo, sobre material consolidado. En el Libro del Repartimiento, en 1492, aparece que al Bachiller Serrano se le asigna: “e de allí por el camino del rodo arriba fasta el cabillo del Hacho”; a la Iglesia Mayor “quedale mas un higueral de hasta una arançada en la sierra del Hacho”.
En el Jurásico, según
los geólogos que tiene una antigüedad en torno a los 4570 millones de años, fue
fondo del mar de Tetis. La arenisca es el elemento más abundante. Está
compuesto por grandes bloques de conglomerados fragmentados más palpable en las
cumbres. En la ladera de poniente le confiere una forma especial a modo de
cortes verticales, mientras que al sol naciente son menos pronunciados.
Las zonas
Kársticas (El Toril y los Órganos) del Monte Redondo, en las estribaciones más
al sur, comprende lugares de subsuelo caracterizados por una composición
geológica excepcional. Predominan las calizas, dolomitas, mármol, yeso y sal.
Crean un paisaje único por su belleza. (Belleza escondida, a veces a Dios se le
ocurren esas cosas). Cuando subas a sus
cumbres, merece la pena la visita.
Luego, si el tiempo lo permite, anda por todo el Monte Redondo. Es la estribación más meridional. Vuelves a encontrar la arenisca. Le da una configuración especial, y de ahí su nombre. La erosión, en la ladera a sol naciente, ha creado una forma especial. Lo llaman la “puerta de la iglesia”. En los días claros desde aquellas altitudes se ve el mar y con un poco de suerte, los aviones que toman tierra en el aeropuerto de Málaga, pero eso es algo accidental, lo verdaderamente importante, es la belleza del entorno que te rodea. Olerás a tomillo, a romero, a monte… Y, a Dios, lo sentirás más cerca.
jueves, 30 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La Gracia de Dios
Octubre, 30, jueves
El palo borracho es un árbol de
origen subamericano. Se cría en Argentina, Brasil, Chile y Bolivia. Florece en
todo el hemisferio sur desde febrero a mayo. O sea, en los meses que a nosotros
nos corresponde por estar el hemisferio norte, los meses de otoño climatológico.
En América, en algunos lugares
lo llaman Baobad. Alejandro Casona, un dramaturgo completamente olvidado hoy en
España tiene una obra – como casi toda la suya – excepcional: la Casa de los
siete balcones. El emigrante regresa ante la llamada totémica y Casona mezcla
su preocupación por el más allá, y evoca las noches de viento cuando el aire
agitaba sus ramas y, entonces, en la lejanía se escuchaba como una voz perdida:
“baobab, baobab…” y se diluía entre
el misterio y el silencio.
En cierta ocasión, los vi
cuando paseaba por la zona del puerto de Málaga, para ser más exacto, entre la Equitativa
y la antigua estación de Suburbanos. ¿Se acuerdan? Sí, aquel tren que por el
litoral iba por Vélez y luego subía por el boquete de Zafarraya hasta el otro
lado de la sierra. Como el terreno era muy abrupto, había una zona que era un
tren de cremallera. Yo eso no lo conocí, pero me lo contaron y por eso lo digo.
Otro ramal del tren llegaba hasta
Coín. Iba por Zapata, Churriana, y los Alhaurines. Este verano, en Tolox, supe
que, incluso, intentaron llevarlo hasta el balneario, en el siglo XIX, pero la
cosa, como tantas otras, en nuestra tierra quedó en el buen pensamiento.
Pues a lo que iba, en esa zona,
casi junto a la estatua que Málaga dedicó al Cenachero, obra de Jaime Pimentel,
existen varios ejemplares, quizá de los más bellos de la ciudad. Mi pueblo,
Álora tiene uno, en la Fuente de la Manía. Es un ejemplar soberbio, y yo esta tarde,
he pensado en fray Juan de Yepes y me he acordado de aquello que escribió: “Mil
gracias derramando /pasó por estos sotos con presura / y yéndolos mirando / prendados
los dejó de su hermosura”. Fray Juan nunca estuvo por aquí, pero Dios que está en
todo, no se ha olvidado y lo ha hecho florecer, coincidiendo que ahora es
primavera en el cono Sur, para deleite de todos los que pasamos por el camino.
miércoles, 29 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La palabra del campo.
Octubre,
29 miércoles
Me acaba
de llegar. Calentito.
Abro,
al azar. “No hay en yerbas que la primavera levanta dos colores que se maten…”
¿Puede comenzar mejor? Me pongo a degustarlo. De entrad les digo que tengo
entre mis manos La palabra del campo. Antonio García Barbeito. Ed. Almuzara
2025.
Es un
libro de esos que uno no encuentra el momento de dejar la lectura. Se lee de
corrido. Cuesta decir: aquí corto y sigue y sigue… Creo que no me equivoco. Es
el mejor libro de Barbeito: Pueblos en Cuerpo y Alma; Donde habita la memoria;
Pueblos en mancomunidad; Coplas apenas; Guadalquivir, la memoria del agua;
Rocío, Reina y Madre de Andalucía; Mi primera palabra; El Día que Jesús no quería
nacer; Talhara… Éste, sin dudarlo, el mejor.
¿Rezuma
esencia poética de Alcántara?, no, es Barbeito, ¿sabiduría de Muñoz Rojas? no, es Barbeito, ¿delicadeza de Romero
Murube? no, es Barbeito, ¿elixir de Juan Ramón? no es Barbeito, ¿perfume de Juan de Yepes? no, es Barbeito… y yo, de mi cosecha, copio
lo de Carlos Cano: “y la gracia de tus manos” Antonio. Que la Mano te siga
llevando asida a la suya.
Cuando
yo era joven leí Oraciones para rezar por la calle de Michel
Qoist. Cuando he terminado de leer La palabra, sé que he leído Oraciones
para rezar en el campo. El hombre y Dios se entienden como se entendería el
padre Adán con su creador (tú lo llamas la Mano) cuando bajase, cada tarde, a
contarse sus cosas mientras echaban un cigarro.
Ha tenido
Barbeito el buen gusto de poner al final un glosario. Yo lo he visto como una
letanía – muchísimas palabras para mí desconocidas, absolutamente nuevas – y a
las que hay que agregar, después de conocerlas, ora por nobis.
Dedica
un apartado (en este caso, un artículo) a su padre. Tres años prisionero en Teruel.
Frío, privaciones, miedos… ¡con las de noches y días que tienen tres años! Al
regreso, casi le dicen que ha perdido las aspiraciones y el hombre, - hay que
ser muy grande para dar esa respuesta -, dice que aspira a comer su pan de cada
día en paz…
Podría
sembrar estas letras de citas. Permítanme solo una: “Pan negro del carbón,
mientras los pinos se empinan para, si saliera esta noche la luna, ponerse su
luz por montera”. ¿Se puede decir más en menos?
martes, 28 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Paso corto y ojos bien abiertos
Octubre,
28 martes
Entro
en calle Císter frente a la Aduana, la antigua Aduana, ahora museo. Un
relicario de la pintura malagueña del XIX. Uno que es charlatán va y le dice al
amigo que lo acompaña:
- Hasta
aquí llegaba el mar. De ahí el nombre, la orilla bordeaba, por eso se llama la
Acera de la Marina, llegaba hasta Puerta del Mar y a Atarazanas y a la
desembocadura del río, el Guadalmedina, que ahí entregaba el tributo, cuando lo
traía pobre y mínimo; cuando venía desbocado todo era suyo y sembrada
desolación y muerte… Extiendo el brazo y le digo: todo eso es terreno ganado al
mar.
Se
sorprende. La capacidad del hombre para apropiarse de lo que no es suyo no
tiene límites. Un poco más adelante, a la derecha le indico que esa iglesia,
cerrada con una verja de hierro, es la antigua abadía de Santa Ana. Ahí
profesaron tres hijas de Pedro de Mena y él, avanzamos un poquito más y le
señalo a la izquierda, puso ahí su estudio, vivía ahí porque quería estar cera
de sus hijas. Es uno de los grandes escultores e imagineros barrocos que nos ha
dado España.
Vivió,
ahí, le sigo diciendo, al parecer, hasta su muerte. Fue un hombre
extraordinariamente religioso. Hermano de varias cofradías y pidió se
enterrado, entre las puertas de tal manera que los feligreses al entrar pisaran
sobre sus restos. Era hijo de Alonso de Mena que tuvo un gran taller en
Granada. Pedro, se vino a Málaga, donde murió con sesenta años en 1688.
En su
antigua casa, le informo, está el museo Revello de Toro, un pintor malagueño
afincado en Barcelona que ya tiene sus años… Se asombra cuando ve la magnitud
de ábside de la catedral. Le digo que en las noches de primavera ese pequeño
jardín que cobija a uno de los malagueños más extraordinarios del siglo XX, don
José Gálvez Ginachero, pero que no se ve, huele a mirtos, a azahar y a flores
exóticas. Es una pequeña de lo que puede ser la antesala del cielo…
Le
hablo de la catedral. (Ya no cantan Vísperas los canónigos, ni las campanas tocan
a rebato las noches de tormenta). En el cruce de calle San Agustín, le indico:
allí está el Picasso; las colas cortan la calle y ahí la judería; le hablo de
la portada plateresca del Sagrario, carcomida por el mal de piedra y resiste el
paso del tiempo - ese que no perdona nunca - hasta que los hombres le echen una
mano para sobrevivir… Y en Molina Lario, le informo que vino de la diócesis de
Albarracín y ha sido uno de los grandes obispos que han gobernado la diócesis
de Málaga…
lunes, 27 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La dama de armiño
Octubre,
27, lunes
La vida
de doña Jerónima de las Cuevas – en algunos documentos Jeromina – está llena de
enigmas. Abre conjeturas desde la autoría del cuadro hasta quién era realmente
la dama retratada.
Hay
quien opina que no es una obra de El Greco sino de Sofonisba Anguissola pintora
italiana, natural de Cremona, que vivía
en la corte de Felipe II donde pintaba a la infanta Catalina Micaela. El parecido con la infanta es asombroso.
Otros afirman
que el autor de la “La Dama de Armiño”
es El Greco. El Doctor Marañón lo deja patente en su obra El Greco y Toledo. Expone que, en cierto modo, rompe con la imagen
tradicional de las mujeres que aparecen en su obra, sin embargodon Gregorio la
ve pintada, con variantes, en otras obras de relevancia del autor cretense.
¿Quién
era? Otro abanico de conjeturas.
Enumerarlas, una quimera. La reconocen
como mujer de El Greco y madre de Jorge Manuel nacido de esta relación. A la
muerte del pintor, sin embargo, ella no aparece en el testamento. En la
relación de objetos que se detallan en la casa, tampoco hay nada que, haga
constancia de la presencia femenina en el hogar. Da pie a pensar o que no vivía
con él o que ya estuviese muerta.
Cuando
El Greco se establece en Toledo se hospeda en la Posada de la Higuera, en la
calle Azacanes, donde afirman que, en una casa, de la que no se dice el número,
vivía “(…) una vecina llamada Jerónima de las Cuevas con Barbulla Rodríguez,
viuda…” (que podría ser su madre).
El
Greco llega a Toledo en 1576 0 1577. Él tiene treinta y tantos años; ella, poco
más de veinte. Existe una corriente de comunicación entre ambos. Su rostro
aparece en varias obras: María Dolorosa
(Museo Lázaro Galdiano), la Verónica
(Museo de Santa Cruz), El Expolio (Sacristía
de la Catedral de Toledo), La Sagrada
Familia, (Hospital Tavera)…
Pudo
sufrir una enfermedad psiquiátrica con internamientos y salidas esporádicas en
el Hospital de Afuera (de ahí el cariño de El Greco por los locos, especialmente
en la colección de Apóstoles).
Se dice
que puedo ser, también, una mujer proveniente de un burdel toledano o incluso de
ascendencia judía (su nariz larga puede delatarla). Sea lo que fuere, esta
mujer de “rostro triste y un tanto meditabundo” es una de las mujeres más
bellas que aparece en los lienzos de la pintura española.
domingo, 26 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Garrit, un pintor rompedor de moldes
Octubre, 26 domingo
La obra
de Llorenç Garrit fabrica su luz marcada por la alternancia de colores: rojos,
anaranjados, rosas, azules, blancos… Cambia, indefectiblemente, con la iluminación del
cuadro o del lugar donde se coloca el espectador: de frente o de lateral. Nunca
deja indiferente. Ejerce una atracción y crea un circuito visual entre el
artista que se proyecta en el lienzo y el espectador que se las anda entre el
público y acude a la llamada de la observación.
Si se
mira frontal permite captar la pintura en sus líneas, en su fuerza y en su
contorno; si se hace lateral, entonces, los matices son los dardos directos
hacia la curiosidad del visitante ávido de sensaciones diferentes que va a
interiorizar.
Garrit
irradia en su arte energía, vitalidad creadora, imaginación. Engancha y atrae.
Lleva un mensaje que no se lo queda, sino que lo expande en su investigación
fresca y marca un camino. Son los colores de la tierra, su tierra de Santanyí
de las piedras de su pueblo, de los pigmentos de un mar, a veces, bravo, a
veces en calma, que da en morir en la playa de una cala azul y profunda.
Su obra
es “mielina” que desde el cerebro tiene un camino marcado para recorrer por
todo el cuerpo. Desde el momento que se conecta con él, es como cuando al fin
del día va la atención para una obra terminada e impresionante. La obra de este
hombre de palabra precisa, parca y un tanto tímida es acertada y oportuna.
Tiene su propio color, una tonalidad de luz justa y el punto adecuado del
contorno de las cosas.
La
galerista Sara Arjona ha dicho que en su pintura hay una pugna silenciosa pero
constante entre el “yo” y el “ego”. Emerge desde las primeras formulaciones
filosóficas del hombre. No pretende dar respuestas, pero sí activar una
experiencia transformadora. Se palpa.
Llorenç
Garrit es Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño, especialidad
Ilustración, por la Escuela Superior de Artes Plásticas y Diseño de las Islas
Baleares; Diversos cursos de Creación: comic, photoshop, guión y diseño web...
Cuelga
su obra en el XXXV Certamen de Pintura Ciudad de Álora, en la sala de
exposiciones La Cancula. Es sus espaldas un extenso palmarés donde destacan presencias
muy valoradas en Palma, Santa Ponsa y Santanyí, en Mallorca;
Cariñeña (Aragón) y Navarra en la Península Ibérica; Torneig Birgitta de
Suecia y Dusseldorf, en Alemania. Trae consigo la timidez del hombre que es
residente en una isla, pero un bagaje inconmensurable de la brisa fresca del
mar de Mallorca.
sábado, 25 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Vuelvo a Ronda
Octubre, 25
sábado
Sol radiante, cielo azul, muy azul, tanto que casi rompe el tópico. A media mañana subo con un amigo a Bobastro y a las Mesas de Villaverde y miramos el paisaje y le digo: aquello del fondo, sierras de Granada; y aquellas, la Sierra de Cabra, eso es Córdoba; esas que se confunden en el horizonte, la Sierra Sur de Sevilla; y aquello, Cádiz, el Peñón de Zaframagón…
Nos vamos para Ronda. Oronda fidelis et fortis, dice en su escudo y yo le digo a mi amigo: Ronda es la ciudad de Ríos Rosas, y de Fernando de los Ríos Urruti y de Giner de los Ríos y…
Es embrujo y misterio; es encanto y poesía hecha piedra en las casas que se descuelgan en los precipicios del Tajo. Enamoró a Rilke y a Orson Welles.
Vio nacer a Francisco Romero y a su hijo, Pedro, torero insigne que estoqueó más de seis mil toros sin un rasguño y Goya lo inmortalizó en un lienzo; aquí vieron la luz Cayetano Ordoñez “El niño del Palma” – su padre tenía una zapatería con ese nombre - y el de su hijo, Antonio…
Cruzo por el Puente Nuevo (antes pasé junto al monumento a Ríos Rosas con flores a sus pies) y por delante del Parador. Está de reforma. Una leve brisa salva, - siempre hay brisa en estas alturas -, las barandillas, en este caso, muros de piedra, del puente.
Me detengo. Escudriño con la mirada la profundidad del Tajo, el abismo se abre y acongoja, el suspiro contiene el resuello. Es obligado pararse y asomarse a ambos lados que parecen iguales, pero no; son, diferentes.
Abajo, en lo más hondo, el Guadalevín salta entre rocas. Los molinos desvencijados no han podido resistir el paso del tiempo. El río busca su camino hacia otro río, hacia la mar que “es el morir”.
Vicente Espinel, el del pícaro Marcos de Obregón – que hay quien dice que es su biografía -, el de la “décima o espinela”, el de la quinta cuerda a la guitarra, y ahora, con busto coronado de laurel, oye -que no escucha- impasible, cuando tocan las campanadas graves y solemnes
En la calle de “La Bola” me encuentro con gente perota. Me dicen que Ronda está, hoy, llena de perotes. “Y es qué Álora es muy grande y llega a todas partes”. Me cruzo con otra gente de otros sitios. Como yo, acude a Ronda… Declina la tarde. Me dejo envolver por la magia. Me pierdo sin rumbo ni hora por sus calles. Hay que volver otra vez, a los rincones que retienen el embrujo de esta ciudad y poner en orden las sensaciones
Entre el Puente del Tajo y la Alameda, en medio de un jardín recoleto, un monumento recuerda a Miki Haruta: “Nací para morir. Muero para vivir”.
El
tópico dice que ahora tengo que acercarme hasta la Plaza del Socorro y degustar
las yemas del Tajo. Pues es que no, me voy a buscar unos helados en La Jijonenca…
Hace más treinta años que cuando acudo a Ronda y el tiempo lo permite… Se lo
digo a Llorenç que es como se llama mi amigo y que es de Santanyí y que no
conoce Ronda y está encantado…
viernes, 24 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La vida misma
Octubre, 24 viernes
El río
Tajo nace en Fuente García, cerca de Frías de Albarracín en los Montes
Universales de la Serranía de Cuenca; otros, lo buscan cuna un poco más allá.
No importa. Nace humilde, casi pide disculpas; luego, se echa a andar por
parajes bellísimos y únicos.
El río
Cuervo, en la Muela de San Felipe. El paraje, único, va al Guadiela que es
afluente del Tajo. Las cosas de la vida. Quien naciendo humilde llega a ser de
gran importancia; quien teniéndolo todo, acaba en el más grande de los
anonimatos, o sea en la nada.
El Tajo
es consustancial a Toledo. El uno y el otro se dan la mano. Describe el río una
hoz profunda y pronunciada. Garganta milenaria por la que llegaron a la ciudad
aires nuevos o por donde se fueron en busca de otros mundos.
El
Puente de Alcántara (hay otro, con el mismo nombre, pero está muchos kilómetros
más abajo cuando casi ya se llega a Portugal) se agarra fuerte a las dos
laderas. Campo y ciudad. Campo de cigarrales, retamas, encinas y olivos
escuálidos; ciudad que acuna cultura de siglos.
Desde
la lejanía se le ve llegar manso, como quien quiere porque le es obligatorio la
reverencia; luego bordea y se pierde camino de otras tierras donde el adobe lo
hará alfarero en Talavera o en Puente del Arzobispo, que debió ser un señor muy
importante, por lo del nombre del pueblo. La historia dice que se llamó en vida
Pedro Tenorio y fue arzobispo de Toledo…
Cuando
cae la noche, el silencio se adueña de Toledo. Del Tajo sube un rumor que ya no
tiene el encanto de la poesía de Garcilaso. El río no está del todo limpio. Se
han empeñado en quitarle la poesía de las aguas ‘nemorosas’.
Va
camino del Atlántico. Cruza por tierras muy despobladas, aunque con mucha
historia en sus entrañas. En ellas desde tiempo inmemorial el hombre dio en
llenar su existencia con eso que damos en llamar su propia vida. Y yo, también,
sigo mi camino…
jueves, 23 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Miedo
Octubre, 17 jueves
El
miedo es algo que puede ir consustancial con la infancia. Nuestra poca
experiencia en aquella edad hacía decir a los mayores que “como los niños no
tienen noción del peligro, no tienen miedo”.
Eso no
es cierto. De niño se tiene miedo. A veces, un miedo que aparecía sin saber
cómo ni por qué. Era una zozobra que de pronto se apoderaba. Si se iba por la
carretera se miraba hacia atrás, por aquello del ‘tío mantequero’. Lo pintaban
como un hombre estrafalario que llevaba un saco de arpillera al hombro donde decían que metía a los niños
que había matado. ¿Para qué querría - me pregunto ahora- el tío mantequero la
manteca de aquellos niños que nadie conocía?
Luego,
cuando la infancia daba paso a la pubertad, el miedo era otro. Era el miedo
¿del que va a ser de ti si te quedabas solo? ¿Dónde te recluir? Hablaban de las
Casas de Misericordia que había en las ciudades grandes y a todos nos daban
horrores aquellos internados. (Todavía no existían de nombre los llamados Centro
de Menores). Hoy no sé qué calificativo
se les podría dar.
En la
juventud la lectura me dijo que otros muchachos de mi edad y de otros lugares habían
superado momentos muy duros. Me acordaba del muchacho que estaba en tierra
cuando el viejo pescador de La Habana, Santiago, había pescado el pez más grande de su vida.
Homero Macauly veía reflejada la actualidad de espaldas – algunos – a la
realidad de Ítaca (California).
Pio
Baroja en Zalacaín el Aventurero enseñaba que había otra sociedad y Miguel
Delibes con Antón el Ratero y en muchos de sus libros mostraba una
Castilla diferente a la Andalucía que conocíamos. Algo así, pero más duro, pasaba
con Los Chicos de Ana María Matute. Esa España de niños de posguerra en
campos de internamientos de sus padres era algo totalmente nuevo. Es más, ni
siquiera habíamos oído hablar de ellos.
Ahora,
cuando hace ya un puñado de años que se ha pasado el ecuador de la vida (el
geográfico también) y nos acercamos a ese día del último viaje, los miedos son
otros; el paso de la película – algunos años, totalmente en la oscuridad del
olvido; otros, con un realismo y una presencia enorme… - están ahí y aguardan
no sabemos qué. Es más momento de
preguntas que de miedo.
miércoles, 22 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ¡¡¡ Ya es la hora !!!
Octubre, 22 miércoles
A las
14,35 de hoy festividad de Santa María Salomé, madre de Santiago el Mayor
y Juan el Evangelista, San Juan Pablo II, Papa y otros… nuestro impresor David Carmona, Imprenta Castillo de
Álora, envía el mensaje. Anuncia que ha entrado en máquinas: Encinasola y
Álora, una devoción compartida: Autores Fermín Adame & José Morales.
La obra
sale a la luz gracias al Ayuntamiento de Álora que la financia. Edición limitada
(que no numerada). Sin la ayuda de nuestro alcalde Francisco J. Subieres y de José.
Antonio Díaz edil responsable de Cultura y de Imprenta Castillo no habría sido
posible. El esfuerzo de todos ha sido ímprobo.
Gracias
a ellos, a la Corporación Municipal y a cuantos, en Encinasola y Álora, han hecho
posible que esta publicación vea la luz.
Pensamos,
los autores, Fermín Adame y quien suscribe que viene a llenar un hueco que
procuramos completar con el cariño hacia nuestra Virgen de Flores, a nuestros
pueblos y a cuantos, a lo largo de más de quinientos años, han regado la
semilla para que no se pierda la devoción, el cariño y el hermanamiento entre
los dos pueblos. Lejanos en la distancia; próximos en el afecto.
Se
presentará, si Dios quiere, el sábado 8 de noviembre de 2025, en el teatro
Tomás Salas de Álora. Entrada libre hasta completar aforo. (En la presentación
de un libro y en los tiempos que corren es un eufemismo, pero hay que ponerlo).
El
mantenedor del evento será José Antonio Díaz García, concejal de Cultura del Excmo.
Ayuntamiento de Álora. La presentación corre a cargo de Juan Francisco Martínez
Zamora, Licenciado en Arte por la Universidad de Granada. Al inicio se
proyectará una pequeña introducción, obra de Juan Blanco Cabrera. Actuará el
Coro Romero Virgen de Flores de Álora.
La
limitación de la tirada viene impuesta por lo ajustado del presupuesto municipal
a estas alturas del año. Si las circunstancias lo permiten, y con permiso de la
autoridad, los autores no descartamos que pueda realizarse una segunda edición,
obviamente, si la circunstancias lo aconsejan.
PD. No figura la hora de presentación. Pensamos en las 20,00 o 20,30. Tenemos que cercioramos de que no haya coincidencia con otro acto porque en modo alguno - es más nos sentiríamos con desagrado - si podemos obstaculizar o inferir de algún modo. Queda tiempo. Lo anunciaremos, si Dios quiere, en su momento.
martes, 21 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Esa hora...
Parece que…
No, no. No es esa hora que nos dicen que, dentro de unos
días, o sea, el sábado, de madrugada vamos a atrasar el reloj para tomar el horario
de invierno.
No, no es esa hora…
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. AlhakenII, pelirrojo y buena gente
Octubre, 21 martes
Desde
hace tiempo sigo una página – excelente – Pasión por el románico. La
información que aporta a modo de fotografía, y algunas veces con textos,
difícilmente, mejorables. Pilar Lobo, a quien no tengo el honor de conocer, ha
publicado la foto de una pieza “el bote de Zamora” regalo a la concubina
‘Aurora’ por el califa Alhaken II.
Sabía
algo de este califa por otras lecturas. He optado por sacarlo hoy a la luz.
Vaya por delante, que es tan andaluz como los nacidos en esta tierra. Está considerado como uno de los más grandes,
el otro puede ser su padre, Abderramán III, quien puede hacerle algo de sombra.
Dicen
que era rubio, un rubio intenso que tiraba más a pelirrojo, fuerte de
complexión con piernas cortas, es decir, en lenguaje de hoy “bajo y gordito” y
con un gran mentón. Vivió en torno al año mil de nuestra era y dio a su pueblo
un periodo de paz y sosiego que redundó en beneficio. Gobernó durante 15 años y
cuando murió su padre optó por el título de: “el que busca la ayuda victoriosa
de Alá”.
Desde
muy pequeño tuvo una educación esmerada. Llegó a tener una biblioteca con más
de cuatrocientos mil volúmenes (cuando no existía la imprenta) y dos mujeres, -
hoy diríamos bibliotecarias – dedicadas a ayudarle en sus estudios e
investigaciones.
En la frontera del norte puso al general Galib
para tener a los cristianos ‘a raya’. No era muy difícil. Castellanos, leoneses
y navarros andaban a la gresca entre ellos para quitarse reinos, deponerse de
los tronos y sobresalir unos sobre otros. La división ya se sabe…
Estaba
casado don Radhia. Desde joven, acusado de homosexual; no tenía hijos. Tuvo dos
con una concubina, ‘Aurora’, vascona, de origen, Subt de nombre. El mayor, tenía
once años lo sustituyó a él, pero no lo dejaron reinar. Almanzor llegaba como
un huracán; asumió el poder.
El
propio Alhaken II sospechó de infidelidades de Subt, “la gran señora”. Le ayudó mucho en las tareas de gobierno.
Sospechó, también, de las mujeres de su harem con Almanzor que una vez hecho
con el poder rompió la paz impuesta por el califa y entró en guerra con los
cristianos desde Galicia hasta los Condados Catalanes.
Alhaken,
nunca asistió a una guerra, solo de niño acompañó a su padre en la campaña
contra Bobastro, trató por igual a cristianos, judíos y musulmanes. Hizo
prosperar la agricultura y la ganadería hasta el punto que fue una época donde
más tributos se recogieron. Impulsó la construcción de la Mezquita de Córdoba y
de Medina Azahara donde pasaba temporadas desde primavera hasta otoño.
Construyó escuelas para niños pobres y huérfanos. Un buen gobernante, culto,
erudito y amante del estudio.
lunes, 20 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Parece...
Octubre, 20 lunes
“Parece que es la hora…” Así comenzaba su pregón de Semana Santa de Sevilla 2010, mi maestro Antonio García Barbeito.
Es la hora; esta semana, sonará la hora, como suenan las horas en el reloj de la plaza….
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Otoño en la Serranía de Ronda
Octubre, 20 lunes
Si san
Juan de
Un
cabrero - se llama Miguel - guardaba un hatillo de cabras, en ‘
Sopla el viento. Es un viento suave. Mansamente, los chopos de la ribera se despojan de las hojas; los castaños de arriba, a medida que se trepa, ya están desnudos. Un manto mullido y tierno alfombra el suelo.
Me dice que la castaña ha ido reguilar. “Ha sido poca, menuda pero sana” ¿y eso, le pregunto?: “Eso no lo sabe nadie”, me cuenta que el año no sido malo de agua, pero al igual que en otros sitios los trigos no han granado, allí tampoco ha cuajado la castaña.
- ¿Qué si es bueno o malo?, pues depende. Al haber pocas, mejor precio.
Hablamos
de las cabras. Mezcla tres razas.
Le pregunto por aquellos arbustos rojos, de la sierra de enfrente: “por aquí le llamamos cornicabras”. Tendrá chivos para febrero. Los chivos de “enero -le digo- no valen dinero”. Sí, pero es que el macho que tengo es de tres y es muy frío y deja a las cabras vacías; el año que viene lo cambio”. Me cuenta historias de un loco que atacó a otro hombre; él salió en su búsqueda, lo encontraron y le dieron leche antes de trasladarlo al hospital porque “el hombre estaba herido…”
En
Júzcar picamos algo. Me entero que Juan, el
de Anita María’ hace un néctar con las tres clases de uvas que se dan por
allí: ‘la perruna, la del rey y la cojonata’ y lo llaman mosto. Juan tiene más de ochenta y tres años.
Lo hace desde siempre. Damos cuenta, en el Montichelli, (¿tendrá algo que ver
con lo del comienzo y san Juan de Cruz?) de un plato serrano. Seguimos camino.
domingo, 19 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Polémica
Octubre,
19, domingo
Acaban de
fallar el Premio Planeta. Han abierto la espita del agravio nacional. En tromba
y sin mirar a los lados. Arremeten inmisericordes contra la persona premiada y por la
dotación.
Estoy desconcertado.
Aluvión de opiniones. Me asombra. Más de media España opina, sentencia y
condena a los que conceden el premio y a quién se lo han concedido.
No he
leído ni una sola línea del señor premiado. Puede ser maravilloso o un
desastre. Lo que procede, y es lo que hago, es espera a conocerlo en su obra y,
después, obviamente, opinar.
Los
premios literarios a veces, son una manera, de vender libros. O sea, dinero y
negocio. ¿Luego, se leen?, ¿se apilan en las estanterías para darle la compañía
del olvido? No sé. Cada cual es responsable de lo que hace.
Si la
sociedad tuviese un mínimo de exigencia, a lo peor, el libro no llegaría por mucha
publicidad que se le diese, ni a la acera de enfrente. Tengo una leve sospecha.
Somos muy generosos con la comida basura y muy pasotas con la de calidad.
A veces,
me pregunto, qué libros recomiendan los profesores de literatura de los
institutos. A lo mejor, no hay que preguntarse qué recomiendan, sino si
recomiendan algo. Estamos ahítos de basura en la prensa, en la televisión, en
la radio, en…
¿Quién lee
hoy en España a Cervantes, a Galdós (me temo que Trapiello y yo) a Pío Baroja,
a Delibes…? ¿Sabemos cómo escribía Ana María Matute, Carmen Laforet, María
Zambrano, doña Emilia Pardo Bazán? ¿Por qué escribían como lo hacían Rosalía de
Castro, Bécquer, Jose María Gabriel y Galán o Jacinto Verdaguer? ¿Qué sabemos
de la literatura que nos retrató como la de Ramón J. Sender, la de Álvaro
Cunqueiro o la de los Hermanos Álvarez Quintero, o la de Blasco Ibáñez?
Levante
la mano quién ha leído algo de Teresa de Ávila, a Juan de Yepes, fray Luis de León, Fray Gabriel Téllez, o de
ese hombre de Moguer que era muy serio y de mal carácter… Escribió algo tan
delicioso como decir que el borriquillo era “tan blando por fuera que se diría
que era todo de algodón…” Una utopía.
Paciencia,
hermanos, paciencia. Si pueden, lean, si lo creen conveniente, a don Gregorio
Marañón. Hizo los mejores estudios sobre: El conde-duque de Olivares; El Empecinado,
El Greco, Amiel, Don Juan, Antonio Pérez, Enrique IV de Castilla, Tiberio… Los disecciona
con bisturí de médico, con curiosidad de erudito y con prosa de magnífico
escritor. No condenó a nadie. ¡Ah, y no era ni monárquico ni franquista, él con
Ortega trajeron la II República!
sábado, 18 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El loco de Dios en el fin del mundo
Mongolia.
Yurtas; al fondo, Ulan Bator.
Octubre,
18 sábado
Me
decía esta mañana un amigo algo de Cela. Contaba en su Viaje a la Alcarria que
yendo por el campo se encontró con un pastor. Sobre una piedra había un pocillo
de agua y le preguntó: ¿este agua? y le contestó “para que se la beba el
tiempo”.
Yo le
respondí que había leído en alguien (no recuerdo quién) que había escrito: “los
charcos del camino son espejos para que se miren la nubes”.
Viene
esto a cuento porque acabo de leer un libro – muchos lo son, pero éste más –
por el tema y por los personajes que intervienen; por lo que aporta y por la
manera que lo dice y lo lleva a través del puñado de páginas que lo componen.
Hay que beberlo y hay que mirarse.
De
Javier Cercas conocía “Soldados de Salamina” y algo más que ahora no
recuerdo, pero nada comparable con la profundidad, el mensaje y la manera de
decirlo como lo hace en esta obra donde “hablan” el autor, como es normal en un
libro y una serie de personajes excepcionales: el Papa Francisco, cardenales de
los que ejercen responsabilidad, miembros de lo que se conocen como “Curia” y
otras personas que de alguna u otra manera tienen relación con el Vaticano.
Una
editorial invitó a Javier Cercas a acompañar al papa en su viaje a Mongolia - o
sea al fin del mundo - y, luego, contarlo. El autor hizo una contraoferta:
aceptaba con la condición de poder preguntarle al papa que opinaba si cuando
muriese su madre podría preguntarle a su padre que ya estaba allí, cómo era eso
del más allá. En esencia. ¿Hay vida después de la muerte?
El
libro transcurre con esa idea que aparece y desaparece. Tiene el encuentro con
el papa y no descubre nada de la entrevista que, en un aparte, Francisco, le
concede durante el vuelo de Roma a Ulan Bator. Solo al final, muy al final, hay
una respuesta sorprendente.
Engancha.
En una narración fluida, analiza la situación de la iglesia, el pontificado de
Francisco, con lo puede hacer y no se hace y con lo que quiere hacer y no lo
dejan, con el giro hacia la iglesia de la “sinodalidad”, con la situación de la iglesia de la
periferia (los tres últimos papas vienen de Polonia, de Argentina, es decir, de
casi el fin del mundo) y el actual un norteamericano con esencia del Perú. ¿Qué
pasa con los europeos?
Es un
libro, además, que profundiza de manera muy respetuosa en el mundo de la estepa
del centro de Asia como puede ser Mongolia, y en la estepa en que uno se halla
inmerso cuando aparecen preguntas íntimamente relacionadas con eso que llamamos
FE.
viernes, 17 de octubre de 2025
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El Ebro
Pico Tres Mares
Ebro
Me he
llegado hasta ese lugar donde dicen que nace el Ebro; no, nace más arriba.
Hasta el Pico, no subí; me quedé más abajo. Me siento a su orilla. Cantan unos
pajarillos en los fresnos de la ribera. Es una mañana calurosa de verano…
Se me viene a la memoria: “El Ebro nace en
Fontibre…”. Cantábamos los niños en las tardes de Geografía sobre mapa de
hule ajado mientras don José Oropesa señalaba con el puntero el curso de los
ríos. Era el coro infantil. No cantábamos la tabla de aritmética de don Antonio
Machado, ni la lección de monotonía. Era un machaqueo de soniquete monocorde
mientras un ejército de moscas, ¡son muy listas las moscas!, planeaba sobre
nuestras cabezas sin posarse nunca para que no las atrapásemos: Machichaco,
en Vizcaya. Ajo y Peñas en Santander…, y luego, la retahíla de cabos,
bahías, ríos, picos y cordilleras…
El
niño, cuando se hizo grande, se llegó al lugar cantado y vio cómo brotaba el
agua - Fuente del Ebro y supo del
Pico ‘Tres Mares’ porque las aguas de allí, según se tercien, se van al
Cantábrico, al Atlántico o al Mediterráneo…
El Ebro, por los lavaderos de Reinosa
Y vio
cómo en Reinosa a orillas del río - que ya da nombre a toda la Península – lo remansan
en pantanos. Luego, rompe rocas y quebradas y se identifica con tierra de
Castilla, que por allí llaman Las Merindades de Burgos y se pasa bajo puentes bellísimos en
Pesquera de Ebro y Frías - ¿hay pueblo más bonito en España? – y por el Valle
de Valdivieso, y toca tierras de Álava que es País Vasco, y Rioja de vino, y
cuna del castellano y eusquera en San Millán de la Cogolla.
Por
Miranda, Miranda de Ebro, que cada pueblo resalta su apellido para evitar
confusiones con otros posibles, es poderío y asombro. Por Miranda ya no pasa
el tren por el centro. Se lo han llevado por las afueras. Con el río no han
podido, sigue ahí, en su sitio, desde siempre. La Guardia, en la lejanía a tiro de piedra de la Sierra de Loroño y de la de Cantabria;
Logroño, en el corazón.
El Ebro
por Miranda
Es
fertilidad de hortalizas ubérrimas entre Calahorra – Calagurris, cuna de
Quintiliano y Prudencio –, y Lodosa, la de los pimientos del piquillo, y Tudela
de cogollos tiernos. La Virgen del Pilar, deja que las cúpulas de las torres de
su basílica en Zaragoza se rompan en los espejos del río…
Hoces del Ebro por las Merindades
Bucle
de meandros antes de Frías y, luego, en Alborge, Sástago y Escatrón; en Caspe,
Historia de España; en Mesquinenza, adiós a Aragón. En Tossal d’Almatret - ya trae consigo las aguas del Segre – se
topa con cerros calcáreos; en el pueblo, con tierras del condado de Urgel.
El Ebro
por Escatrón
Se
adentra por tierras catalanas - ¡ay, ese que dicen que es “un río catalán
nacido en tierras extrañas”! - y por Tortosa se va camino de Amposta y del Delta
y, en una tarde cualquiera se entrega a las aguas del mar de
todos, el Mediterráneo, el Mare Nostrum…
Delta del Ebro.
Bibliografía: Morales García, José. España sin ir más lejos. Volumen II. Pág. 91 Álora, 2025