28 de julio, domingo. Ecológicamente, Álora forma parte del medio mediterráneo. Las altas temperaturas del verano y la falta de agua facilita el crecimiento de plantas xerófilas con tallos y hojas endurecidas.
La presencia de minerales, la variedad litológica y el propio clima confieren al paisaje matices únicos y diferenciadores: Sierra de Aguas, Las Lomilla o de los Lagares. Árboles y arbustos no pierden la hoja y mantienen su color verde. Son perennifolios y realizan la función de fotosíntesis en invierno.
La encina(Quercus quercus) se adapta a todos los suelos. Resiste el frío y el calor, la escasez de lluvia y otros de elevada pluviometría. Existen pequeños bosquejos de encinas en la Fuente de la Zorra y el Convento de Flores; en umbrías y zonas quebradas en del Tajo de Galupe, Camino de los Moros, la Zurriaga, monte del Cerro del Cura, el Churrete y el Chaparral. Su poco valor comercial y el lento crecimiento la tienen en recesión salvada por ser árbol protegido. Su madera se utilizó como combustible o como materia prima en aperos –garganta del arado romano- de labranza.
El algarrobo (Ceratonia siliqua) confirma una situación carente de heladas a las que es sensible, suelos de buen drenaje y una buena orientación por exigir zonas soleadas y secas. Alcanza entre los ocho y los quince metros de altura. Existen ejemplares de gran porte en el hoyo de la Herradura, en el Escondrijo, partido de Arroyo de los Chinos y Flores
El acebuche (Olea europea sylvestris) crece
silvestre. Aparece de manera aislada en el monte del Cerro del Cura, los
Lagares, Cerro de la Fiscala y el Hacho. Su fruto pequeño y despreciable para
consumo humano se aprovecha por el ganado cabrío. Es la base - portainjertos -
, para el olivar existente en amplios
términos de los Lagares.
Sin ánimo de agotar destacan los madroños (Arbutus unedo) en el hoyo de Perea junto a la cañada del Cerro del Cura en la ladera occidental del monte y lentiscos (Pistacia lentiscos) en las proximidades al Cerro de la Fiscala y que dan nombre al cortijo de los ‘Lantiscares’.
Existen también la presencia del bosque caducifolio que
pierde la hoja en la estación invernal, el almez es el de más presencia;
pinares y bosques de ribera: coníferas, sauces, fresnos, chopos, olmos,
mimbres, alisos que ocupan las orillas del río, de arroyos o lugares donde se
detecta presencia de agua.
Buenos días, querido Pepe. Muchas gracias por tu lección sobre plantas y árboles que se dan en tu querida Álora. Empero, discrepo de que el fruto del acebuche, la acebuchina, sea "...despreciable para consumo humano..." Es cierto que para conseguir un litro de aceite de acebuchina hagan falta, aproximadamente, cuatro veces más que de un olivo medio, pero te aseguro que el aceite acebuchino es una delicia. Puedes comprobarlo, creo, en la cooperativa de Monda. Por cierto, las hojas del acebuche son magníficas para bajar la tensión y como diurético. Ya me dirás. Un abrazo.
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