jueves, 4 de julio de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Mucho verde y pocas flores

 


       Dijon


4 de julio, viernes. De joven – de lo que ya hace un montón de tiempo – yo era muy aficionado al deporte del ciclismo. Federico Marín Bahamonte tenía entre los niños de entonces un cierto predicamento. Quizá tenía mucho que ver aquello de que era un muchacho que había luchado contra todas las adversidades – su ciudad era una pura cuesta como nuestro pueblo  - y él tenía una biciclet con la que repartía pan y que, además, no poseímos ninguno de nosotros.

De su mano al comienzo de los años 60 aparece un equipo, el Kas, seguido por un montón de españoles. No los conocíamos. Había un ramillete de nombres: Julio Jiménez, Gabica, Perurena, González Linares…Ganaban etapas en las carreras internacionales.

Para mí, entonces el ciclismo tenía dos componentes esenciales, el propio ciclista y el equipo. El uno necesitaba a los otros y si no se complementaban, entonces la no consecución del éxito estaba aseguarda.

Después la prensa comenzó a publicar cosas y noticias raras. Desde dentro de los equipos comenzaron a salir con un mutismo generalizado que el dopaje tomaba el terreno y que a los hombres se les exigía un esfuerzo rayando en lo sobrehumano.

Supe por un amigo relacionado con ese deporte una noticia que sin decirme nada me lo dije todo. Le pregunté que había de verdad y me contestó con una respuesta que yo me contestar a mí mismo. Piensa, me dijo, en etapas de ciento y pico de kilómetros, cada día y hay que llegar dentro de control… Después la prensa empezó informar de muchas  y comenzaron a aflorar escándalos de trampas demasiado sofisticadas.

Yo me alejé de mi admiración por el ciclismo, pero no por el tour de Francia. La realización de la televisión es casi perfecta. Dan noticias de geografía, historia, economía, panorámicas excepcionales de lugares, ciudades y paisjaes. Este año la prueba ha comenzado en el sureste del país. Y nos han dado imágenes bellísimas de los lugares por donde ha ido pasando la carrera.

Hoy han corrido desde Macon a Dijon. Hemos sabido que han pasado por el lugar donde nació la mostaza y donde comienza a criarse el vino de Borgoña. Todo era verde. Los ríos – el Saona y Loira – bordeadas sus orillas por una vegetación exuberantes de árboles de los que desconocemos sus nombres eran las arterias principales de la región. El verde de los campos llegaba hasta los arcenes de las carreteras. Han bordeado glorietas, han cruzado ciudades, pueblos, caseríos. Toda la yerba estaba perfectamente segada, pero eran ciudades sin flores…. ¿Por qué será?

 

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