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de agosto, miércoles. Lo escribió el
gran Agustín Lara en el chotis inmortal “Y vas a ver lo que es canela fina y
armar la tremolina cuando llegues a Madrid”. El maestro escribió también
otras cosas preciosas: “Granada, tierra soñada por mí…”
-
Maestro, le dijo
alguien, y ¿por qué escribió Granada, tierra soñada por mí, si nunca había
estado en Granada?
-
Por eso, eso,
dicen, que respondió.
España
llevaba ‘disfrutando’ de eso que llaman la tremolina, o sea del “ruido y
confusión provocados por gente que grita, discute o enreda” (así la define el
Diccionario de la RAE) desde hace mucho tiempo. Demasiada hojarasca. Este
verano la cosechas, excelente.
Al
parecer los españoles hemos perdido los cuatro puntos cardinales hace mucho
tiempo. Ustedes me dirán que si no pensamos viajar para que queremos saber por
dónde se pone el sol o por dónde aparece cada mañana. De sobra saben que no van
por ahí los tiros.
Anoche
me encontré con un matrimonio amigo. Dentro de unos días se reincorporan a la
escuela. Hablamos de la situación. Me dijeron algo que muchos llevamos
observando desde hace un montón de tiempo. Aquí lo primero que falla es la
Educación.
Tenemos
la juventud mejor formada desde no sabemos cuándo. Todos los gobiernos han
invertido y seguro que lo van a seguir haciendo cantidades muy cuantiosas en
formación. A eso le llaman planes educativos. Se han olvidado de la premisa
fundamente. La Educación echa las raíces en la casa.
Estos
días nos salimos del asombro cuando se analizan algunos comportamientos de
personas que, en teoría – en la practica son otra cosa – están llamados a dar
ejemplo para jóvenes, y no tan jóvenes. Son gentes que por su situación tienen
más de espejo en que deberíamos mirarnos que no de repelentes a los que no nos
podemos ni acercar.
No
es cuestión de entrar en detalles. Nos sobran tertulias, telediarios,
opiniones…. Nos sobran tantas cosas que, a medida que van surgiendo, uno echa
de menos que lo que más falta, es sensatez. Alguien dijo aquel tópico de que el
“sentido común era el menos común de todos los sentidos” Y miren que le vamos a
tener que dar toda la razón.
Ojalá
llueva y se limpie esta atmósfera contaminada de cuentistas, vividores y gente
que no tendrían cabida ni en el patio de Monipodio ni servirían para hacerle
compañía a Rinconete y Cortadillo….
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