lunes, 9 de noviembre de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Humo

 

 


El olor lo delata. Es propio, característico, suyo. Ha entrado por la ventana. No lo ha llamado nadie ni que yo sepa lo ha invitado nadie. Lo trae el viento, el suave viento de la tarde que es más brisa, que viento pero que mueve, como quien acuna con mucha delicadeza, las copas de los cipreses del camino.

La gente está quemando el ramón de los olivares. Una vez terminado el verdeo, que este año ha sido paupérrimo porque no ha llovido cuando tenía que hacerlo y recogida la cosecha, ha empezado a podar y a dejar los olivos como ‘cantaeros de cuco’.

No me explico por qué hay quien le da tanta caña a los olivos. Más que poda parece tala de cabreros y los han dejado medio en cueros y cuando vengan las noches de frío no sé cómo van a acurrucarse. Llegarán las noches frías y asustarán a las lechuzas que se las andan por lo palomares…

Por las mañanas, muy temprano antes que se venga la marea y se levanten las ‘malagueñas’, o sea antes de media mañana cuando se arranque, si toca, el levante, la gente dejará de alimentar las candelas para que las llamas no se vayan muy arriba.

Al principio, al amanecer uno a veces duda si es la neblina que se arrancas del río o el vaho que sube de las huertas Y, luego la cosa se aclara  y sabe que es el humo de la leña que arde en los olivos. En la agricultura moderna aconsejan triturar la leña. La agricultura moderna consigue con eso un abonado de materia orgánica, natural y muy favorable para la tierra. Necesita algunas cosas fundamentales. La principal, que la arboleda está alineada cosa que el olivar tradicional…. Vamos, una entelequia.

También existe otro humo. Viene de la mano de los telediarios, pero esos son otros cantares y como cada uno es muy libre de optar por apretar el botón o no, pues nada. Cada loco con su tema y… Ahora, cuando escribo estas líneas veo varias columnas de humo blanco – no tienen nada que ver con el anuncio de si hay o no Padre Santo en Roma – que suben al cielo como, algunas veces, suben los suspiros que se escapan…


No hay comentarios:

Publicar un comentario