lunes, 28 de enero de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Callejeo









Hay que subir al Castillo de las Torres. No sabemos quién da nombre a quién, si el castillo al promontorio, o al revés. Tiene una cosa cierta. Es la cumbre desde donde se divisa lo que la mente es capaz de soñar.

Se asciende por tres caminos: Calle Carril, Postigo –que se empina para ver mejor el campanario -  o Calle Ancha. Antes,  hay que cruzar la Plaza Baja de la Despedía. Alguien diría que tiene las dimensiones de una plaza mayor. Se queda corto. Es eso y algo más.

Cuadrada, al norte, el soberbio templo de la Encarnación; a sol poniente, el Mirador de Cervantes (porque don Miguel estuvo por estas tierras); al sur, el chorreo de casas que baja desde el Barranco – albaicín blanco y  embrujado – hasta la misma solería de la plaza. A sol naciente, la calle Toro. Luego, un poco más allá, ahí, es donde arranca la  del Carril…

La calle Ancha dicen que era la principal. Se subía ‘oficialmente’ al castillo. Por ella ascendió en Martes Santo de 1624, el rey Felipe IV. Iba camino de Antequera, pernoctó… Antes, en la antigua parroquia de las Torres se cantó un Te Deum; luego, se ofreció un banquete. Las crónicas dicen que ‘sobró de todo y bastante’. El Concejo gastó lo que no tenía…

La calle Postigo  aparece en el libro del Repartimiento. Es, por tanto, la más antigua. Quebrada, empinada. Dicen que su origen  se debe al ‘postigo abierto en el adarve’, o sea, la puerta de servicio por donde se mandaba la gente de la fortaleza. Desde un recodo el campanario de la Encarnación…

La Calle Carril, arranca en la misma Calle Toro, a la derecha. Al principio, edificada en ambas aceras; luego, cuando sale a campo abierto, se pierden  las casas. Es un borde de la muralla –casi toda desaparecida – del castillo y de algunas torres albarranas. Por la parte izquierda el precipicio, el vacie sobre el terraplén, y el miedo de no ser por el murete protector.

Ahora  construyen un mirador. Está en la última curva. Cuando la obra esté terminada el lugar de observatorio será un punto excepcional para ver, enfrente, casi al alcance de la vista, el Cerro del Calvario y en la lejanía el Torcal, y abajo, la vega y el río que se va camino del mar…




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