miércoles, 29 de junio de 2016

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Lágrimas

Dice el tópico que alrededor del diez de agosto el cielo se llena de estrellas fugaces: ‘lágrimas de San Lorenzo”. Corren por el cielo del verano. Son tan efímeras en su velocidad desintegradora que casi no da tiempo a pedir esos deseos que dicen que se piden y algunas veces hasta se cumplen.

Este año la fecha y el hecho se han trastocado. Las lágrimas no son del diácono, mártir en Roma y  que para más ‘inri’ lo asaron en una parrilla. No, las lágrimas son de gente impotente ante la barbarie.

¿La fecha? Finales de junio, cuando las eras están llenas de gavillas y se trillan las parvas; la higuera con frutos que chorrean néctar; los frutales de verano en plena madurez y los aeropuertos llenos de personas que van y vienen a cualquier parte del mundo.

Estambul que sabe de sobra de otros atentados de locos sueltos – “guiolos el diablo, / que es un mal guión”, que dice Berceo - no iba a ser una excepción. Hablan de tres terroristas suicidadas y un montón de muertos y más montón de heridos en sus cuerpos y en sus almas.

Cuando yo daba clases de Geografía en la extinta EGB solía colocar a los alumnos ante el mapa. En la pizarra escribía los versos de Espronceda: “Y ve el capitán pirata / cantando alegre en la popa / Asia a un lado, al otro lado Europa / y allá a su frente Estambul”. Después venía la pregunta: ¿por dónde navega el capitán pirata? Las respuestas, sabrosísimas.

Muchos años después  vuelve Estambul. El sábado pasado una amiga me comentaba: “hemos volado Osaka, Estambul; Estambul, Málaga…” Ay, Mari Carmen como me he acordado esta noche de ti…
Los datos que llegan son escalofriantes; las cifras, aterradoras… ¿La solución? Me temo que no… Otra amiga ha colgado la marina que ilustra el artículo es de: Ivan Konstantinovich Aivazovki, pintor ruso, de ascendencia armenia.


Me refugio, como cuando era joven y enseñaba a amar la Geografía, otra vez en Espronceda: “La luna en el mar riela / y en la lona gime el viento / y alza en blando movimiento / olas de plata y azul”.

2 comentarios:

  1. Nuestra fragilidad es incontestable, lo pasado ha huido,lo que esperas está ausente.Disfruta hoy, es más tarde de lo que crees...

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  2. Amigo Pepe ¡ si! esa noche, la noche del 28 de junio, me quedé clavada ante el televisor, podía ser yo una de aquellas victimas, solo no era mi fecha.

    En esos momentos me vino a la memoria la canción "Que bonita la vida" de Dani Martín,

    "que bonita la vida
    que da todo de golpe
    y luego te lo quita"

    "Que bonita la vida
    cuando baila su baila
    que se vuelve maldito
    cuando cambia de planes"

    "Y tan bonita es
    que a veces se despista"

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