domingo, 5 de junio de 2016

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora: Y, corre el Ebro

El viajero venía de la parte de Briones. Lo confirma: algunos mapas están hechos para los que saben, o sea, para los que no los necesitan. El tiempo que le dijeron en la Universidad de Logroño para llegar a Miranda no coincide con la distancia real. Se ve que hay gente que va ‘a otras velocidades’.

El viajero ve indicadores de ciudades a las que él no va. Se pierde. Deja la carretera; se sale en Haro. Pregunta Lo atienden con amabilidad exquisita. Le dicen que gire, pero  un poco más adelante, que ‘aquí si lo ven los guardias, lo crucifican’. Le dicen, también que siga dirección a Vitoria y que en Zambrana, a la izquierda… Además, allí verá indicadores.

Obedece. Entre en el País Vasco. El viajero, en este viaje, ha ido a caballo entre tres comunidades: Rioja, Castilla y Euskadi. El viajero sabe que va por una tierra con mucha historia entre los terrones de sus viñas. Por cierto. ¡Qué primor de labranza, qué cuido, qué mimo!

Entra en Miranda de Ebro por uno de esos cinturones de circunvalación en los que hay que echar bocadillo y cantimplora para salir de ellos. El viajero va a tiro fijo. Sabe lo que busca, pero no sabe ir. Vuelve a preguntar. El impaciente de turno toca el claxon.

El aparcamiento está difícil en la zona de Miranda a la que va. Lo hace en lo que, en un tiempo atrás, fue una campa en la Avenida del Ferrocarril. Ya no tiene ni vías ni trenes, ni maquinistas pernoctando…

El viajero toma unos chipirones en su tinta. En Miranda el cordero – se lo confirman, los acompañantes, es exquisito; los chipirones, palabra del viajero, también. Ah, y de postre leche frita…¿Del vino? Ni hablamos.


El restaurante está en la calle del Olmo. Luego, el viajero pasa por delante de la Iglesia del Espíritu Santo y se asoma al Ebro. El Ebro viene de donde Cristo dio las tres voces, o sea, de Fontibre y, si me apuran, de un poco más arriba: del Pico Tres Mares… y pasa por Reinosa y por aquí, y más adelante, aguas abajo, por Logroño y por… y, luego va un listo y dice que es un río que nace en tierras extrañas. ¡Vamos, hombre!

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