domingo, 7 de febrero de 2016

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Paco

Ya cantaban los ruiseñores en las alamedas del río. El día había abiertos las puertas a la aurora; algunas estrellas se resistían entre el me voy y me quedo. A esa hora sonó el teléfono. Rosi nos dijo lo que ya sabíamos que iba a ser de un momento a otro.

Paco se nos fue físicamente con la luz de la mañana de un día frío, como tiene que ser, de febrero. Paco – Paco Rengel Valderrama – que es de quien se trata, nos congregó a todos  los amigos, una vez más, esta vez, con el nudo en la garganta. Fuimos, estuvimos, lloramos…

En la escalerilla de subida al tanatorio Paco Valverde encendió la antorcha: “desde ya hay que empezar a moverse para conseguir una calle para Paco”. No es cuestión de citar ni a quien puso palitos en la rueda del “es muy difícil” o del “hay muchas peticiones”, ni a los que se desentendieron. 
Sí, de decir, que un montón de hombres anónimos encabezados por Paco Valverde y Manolo Zumaquero echaron la máquina a andar.

Hoy, ocho de febrero, junto al Martín Carpena, el alcade de Málaga dirá que oficialmente una calle de aquella zona llevará el nombre de “Periodista Paco Rengel”. Y hasta el rótulo llegarán los ecos de las olas de nácar y los de  un pabellón donde se juega el deporte que él tanto conoció: el baloncesto.

Paco fue un base excepcional de la amistad. Zarzaleaba mejor que nadie y hacia botar el balón del cariño para estar junto a quien tenía que estar y dar el pase oportuno, preciso. El pase que a ti te daba la gloria.

Paco llegó al periodismo de manera casual. Un mundial de fútbol con subsede en Málaga; un chico que escribe bien y sabe muchísimo de baloncesto… y un ir ganando el pan de cada día con la honradez de su palabra y de lo que él entendía que era la verdad. “Ya ves, me dijo más de una vez, yo haciendo amigos”.


Van a ser muchos los amigos que, esta tarde, físicamente, estarán en la explanada del pabellón, pero sobre todos estará, querido, añorado Paco, tu ausencia presente, junto a todos nosotros de los que tú sabes que no te has ido.

1 comentario:

  1. Mañana allí Pepe, faltará, al menos, uno. Este, que esto escribe. Era ya larga la amistad con Paco, por cierto llegada de tu mano. Participé en la recogida de firmas para su calle y me invitaron, al evento, avisándome - además - del cambio de fecha, pero, no ha podido ser. Hoy, facebook ha tenido la gentileza de mandarme un álbum de amigos, en el que – naturalmente – no falta Paco. Su recepción, precisamente hoy, me ha causado un dolor doble... Por eso quiero que conste que mañana, sin estar, estaré...

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