Dicen que vienen por San Juan de junio; es cierto. Dicen que
son tiernas, voluptuosas, sensuales y rayadas de ombligo a pedúnculo; es
verdad. Dicen que son muy golosas para los pájaros madrugadores que llegan a la
higuera casi antes de apuntar el sol y es verdad…
Un comentario de mi amigo Fermín Adame al artículo de ayer
(desastre futbolero en una noche para recordar lo que no se debe hacer) me da
pie al de hoy. Viene Fermín y me escribe: “Prefiero estar a las brevas, amigo
Pepe, las de San Juan que este año han madurado por San Antonio”.
Las brevas están en la gastronomía mediterránea desde siempre.
Platón las tenía en su dieta. Los médicos la recomendaban como fruta favorable
a los cuerpos. Proporcionaban alimentos y daban algo, entonces, desconocido; ahora, los especialistas las llaman ‘calorías’.
La breva es el más temprano de los dos frutos – el otro es
el higo – que da la higuera “Entre el higo y la breva, la segunda es la
primera”. No se queda ahí el refranero castellano y alaba su utilidad. “Higuera
breval, una o dos, en cada corral”.
Dicen también en su contra
que frutales en la huerta son veredas de tunos. Tiene un amigo mío un par de higueras en la linde. Se
dio un volteo el otro día, temprano. Y
encontró al oportuno ‘visitante’.
- ¡Queeee?
- Ya ves -contestó – dando una vuelta pero ésta ya está andada…
- Claro, le dice mi amigo, otro madrugó más… porque para
coger brevas hay que venir más temprano.
- Sí, dijo, - sin el
menor rubor - eso pensé yo, es tardecillo pero voy a ver…
Ayer, caluroso sábado de un junio, almorcé con unos amigos
en Carratraca. Casa Pepa. Excelente. Por la compañía y por los manjares. Comer
con amigos a los que se quiere tanto llena a uno de vida por dentro. Pidieron
de postre: brevas. Rayadas, verdosas azuladas, sensuales, dulces, apetitosas, “pájaros
de azúcar”, las llama Barbeito…
Por cierto, aviso a mis amigos caminantes. Con orden invertido pero, por
lo que más queráis, que lo de ayer no
sea algo que va “de higos a brevas”.
Los buenos amigos son como las estrellas, aunque no siempre se ven, sabes que están ahi.
ResponderEliminar