martes, 24 de junio de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Olvido


Dice el periódico que la casa de Cánovas del Castillo está en ruinas. Vamos, la casa donde nació el político conservador más importante del siglo XIX, entre Carretería y el río Guadalmendina, se cae a pedazos.
 Los dineros, ¡pueñeteros dineros!, no alcanzan a cubrir el coste de la restauración. (Por cierto, de restauraciones, Cánovas sabía algo). Cuando lleguen – los dineros, claro - ya puede que todo sea de nueva creación. Y de la casa y de casi todo el barrio queden sólo los recuerdos.

Tampoco debe extrañarnos mucho. Salvador Rueda el que escribió aquello de la sandía: “cual si de pronto se entreabriera el día”, y dijo que los peces temblaban prisioneros en la red salida de la blanca espuma…Murió de abandono y casi de hambre en la Coracha.

Málaga, canta la copla “madre para todos y madrastra para mí”. Málaga que  no recuerda a los suyos pero dedica parabienes y agasajos, a quien aparece por aquí, aunque eso sí, viene con la aureola de que es rico. Luego se ve que de” dinero y santidad, la mitad de la mitad”.

¿Quién recuerda al muchacho de aquella voz enorme – no lo ha superado nadie – que contaba cómo bajó al río a bañarse una paloma blanca? Se llamó Antonio Molina. Vendió leche por las calles marengas de Huelín. Del rebalaje subían, aromas de espetos y sal; en las aceras había otra cosa…

Málaga olvidó a don Miguel de Molina – que éste lleva don, porque se lo dio el pueblo -  y fue a morirse nada menos  que a Argentina, como quien dice al otro lado de la mar grande, y a Rafael Flores Nieto, “el Piyayo” recreado por José Carlos de Luna, el de la “Misas del Padre Miguelito” y otros versos deliciosos.


Se olvido – casi-,  también, de Miguel de los Reyes. Cantó a la luna lunera dormida sobre el río, a las noches de España, a la Semana Santa de Triana y del Perchel. Que puestos a hablar del Perchel. ¡qué gran ocasión perdida! La recuperación del barrio... Oigan da pena andar por lo que queda de aquellas calles de nombres mítico. Olvido sobre olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario