Le prometo que hasta ayer tarde desconocía la existencia de
una ciudad con ese nombre. Cuando lo supe, les digo que me fui al mapa –“san
google” todo lo sabe - y me informe de cosas relativas para poder escribir
estas líneas.
Todo vino porque mi amigo Salvador - Salvador Postigo - me
vio conectado a internet y hablamos un rato. Supe que por mor de la dichosa
crisis el hombre se las anda por ese país de mucho frío, mantequilla y ahumados
(incluido el salmón) buscándose la vida.
No cabe duda que la gran revolución de estos días son las
comunicaciones. Internet ha terminado con las fronteras. Cabe la comunicación
con cualquier punto del mundo en cualquier momento… Estamos ante una nueva.
Rompe convencionalismos.
A lo que iba. Salvador antes anduvo por Oslo; luego por Bag
y ahora, por Drammen. A poco más de cuarenta kilómetros de la capital, con bastante
frío en invierno y con temperaturas frescas, fresquitas los otros meses…
Lo que más tiene, por la cercanía del solsticio de verano,
es luz. No anochece casi; en invierno, por el contrario, son penumbras, todo
penumbras… ¡Las cosas de la geofrafía y de eso que llaman inclinación del eje
de la Tierra! Mientras escribo escucho, de fondo a Peer Gynt del más universal
de los noruegos: Grieg.
Hace unos años viajábamos camino del Cabo Norte. En Tromson
encontramos a alguien que hablaba español. Nos dijeron que ven el primer rayo
de luz a mediados de enero. Pregunté – que es la única manera de saber – cómo
se puede vivir con tanta oscuridad. “Y, ¿ustedes, con 40º a la sombra”? Queda claro: donde las dan, las
toman.
Drammen está cercana a un fiordo. Penetra el mar en la tierra, con mucha
profundidad y según qué tiempo, se le hielan las aguas. Drammen tiene un
importante puerto por el que salen y entran mercancías.
En Drammen está mi amigo Salvador, solo y con problemas de
comunicación. Me acuerdo de él. De aquellos día de escuela, que para nosotros
no fue aborrecida con la veía don Antonio Machado. Le escribo estas líneas. Entorno
los ojos. Sigo escuchando a Grieg y sueño otros paisajes. El mundo es un
pañuelo.
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