Agosto,
21, jueves
El convento Flores estuvo habitado por los frailes franciscanos recoletos. En 1590 el Concejo de Álora pidío a los frailes a los de los Ángeles de Málaga su venida para fundar un cenobio para bien de las almas. La construcción se inicia en 1592. El primer guardián, fray Diego Gómez; el último, tras la desamortización, de Mendizábal, en 1835, fray Antonio Estrada.
Tras la expulsión, el convento entró en estado de deterioro. Terminó en ruinas. Permaneció en pie, el santuario donde se venera a la Virgen de Flores. Llegó a Álora 1484 traida por los hijos de Encinasola, entonces Reino de Sevilla, hoy, provincia de Huelva, junto al río Múrtiga en la frontera con Portugal.
Las órdenes religiosas tienen su propio estilo arquitectónico. Existe un estilo de los cistercienses (San Isidro de Dueñas), con las variantes de los cartujos (Miraflores), de los benedictinos (Monserrat) de los jérónimos (San Isidoro del Campo); un estilo propio del románico (Santo Domingo de Silos). De los franciscanos, no. Sí, existe, en cambio, la ‘arquitectura de los franciscanos”. Su pobreza le lleva utilizar materiales de los alrededores, generalmente, pobres. Huyen de mármoles...
Los franciscanos ven la vida como un camino hasta la gloria final. Sus templos, de paredes vacías y lisas, solo algunos altares o capillas – en el caso del Flores, la de la Orden Tercera (seglares) – antes de llegar al presbiterio, un espacio bajo la linterna (el coro está al final del templo y se accede desde las dependencias de los religiosos), para las oraciones comunitarias.
Bajo el camarín, tras el altar, la cripta. El lugar donde reposan los cuerpos. En el centro del camarín, arriba: la Virgen, en este caso María de Flores y por ella, el alma, accede al paraíso. Las paredes insertan advocaciones con las que las Sagradas Escrituras dedican a la Virgen. Las yeserías, en opinión de Tomboury, son de Aldehuela o de algún discípulo. Es la joya barroca más sobresaliente de las que existen en Álora.
El edificio del convento de Flores corresponde a finales del siglo XVI si bien la cabecera fue totalmente rehecha a mediados del XVIII. De su primitiva construcción, dice Rosario Camacho, se conserva la armadura de madera de la única nave que es de parhilera.
Dentro de unos días, al alba del domingo 24, se inician los cultos con motivo
de la festividad, el 8 de septiembre, de la Virgen. Culminan, el 14 con una
romería de retorno. Este año tienen un
sello especial, se estrena una marcha “Marochito-Perotito” donación del maestro
Abel Moreno, hermanos de los dos pueblos con sus Corporaciones Municipales
tendrán un reencuentro y van a donar desde Encinasola una nueva imagen del Niño
Jesús. Repondrá a la original sustraída de modo sacrílego. Desde ambas parroquias,
de San Andrés y la Encarnación, llevan a cabo actos- se iniciaron en Encinasola
el pasado día 9 -, para profundizar en el sentir religioso del evento.
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