domingo, 31 de agosto de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La bendita fe del carbonero

 


El pueblo, y Autoridades civiles y religiosa de Álora y Encinasola acompañan al Niño Jesús por las calles camino de la Encarnación


Agosto, domingo 31 de agosto

 

Todo ha sido como un sueño intenso. Fugaz pero breve. Ahora cuando ya comienzan a abrir los jazmines en esta tarde del último día de agosto, el viento, cálido, racheado, bambolea las retamas de la sierra. Ahora, cuando los pimpollos de las copas de los árboles parecen que quieren aventar unos cirros altos muy altos, ahora pienso en Ella.

Han sido unos días de mucho exterior y mucho de lo que va por dentro. Por lo de fuera, mucha gente de los que nunca podremos hacer la lista de sus nombres ha trabajado, denodadamente, Para que "todo salga lo mejor posible”,

De aquello de que la procesión va por dentro me acuerdo de los chascarrillos que tantas veces hemos escuchado: “Yo, que soy ateo, gracias a Dios”. O, “Yo no creo en Dios; la Virgen, es otra cosa”; o ese tercero, yo de eso de creer en la Virgen como que no, pero a la mía… ¡ni me la toques!”. La fe del Carbonero. Bendita fe. Huye del olor de los incensarios, del humo de los altares, de los boatos artificiosos. ¿Se acuerdan de don Guido?

Álora ha vivido unos días intensos. Dos pueblos lejanos en el espacio; muy cercanos en su interior han convivido, cantado, vitoreado… (Pongan los verbos que quieran para expresar lo que va por dentro y lo exteriorizan a su manera).

Hace más de quinientos años, de “Encinasola vinieron y nos trajeron lo mejor que ellos tenían”. Álora lo “acogió en su santuario, en un nido de amor”. Allí y aquí se le reza a dos imágenes con la mis misma advocación, Virgen de Flores. Un hecho demencial privó a la de Álora, del Niño que porta en sus brazos; ahora, han vuelto, generosamente, a traer una réplica de un Niño “marchito y perotito”. (La imagen es obra de Juan Vega; de la primitiva, desconocemos el nombre de su autor).

Ha venido en manos de su hermandad acompañado de sus autoridades religiosas y civiles. Aquí lo hemos recibido con los brazos abiertos representados por las nuestras, la de la hermandad, la religiosa y la civil y el pueblo llano. Después se ha procesionado por las calles del pueblo desde el Ayuntamiento al templo de la Encarnación. Se ha entronizado en los brazos de su Madre. (Si luego el Niño sale “callejero” que nadie se lo reproche que lo estamos acostumbrando a la calle desde chiquito). ¿De acuerdo? Todo ha sido como un sueño muy intenso…

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario