Agosto, 15 viernes.
Dentro
de unos días se producirá el relevo en la Diócesis de Málaga. A Jesús Catalá
Ibánez le sustituirá José Antonio Satué Huerto. Procede la Teruel-Albarracín. Trae
un bagaje de buen pastor al que los expertos en estas lides le auguran un
futuro espléndido. Este artículo no hurga en lo futurible. Me limito a informar
de la trayectoria de algunos de los prelados. Aquí dejaron huellas.
El
primer obispo del que se tienen noticias es san Patricio. Participó en el
Concilio de Elvira (300-313). Sufrió persecución por Diocleciano y Maximiano.
Se exilió, donde murió, a la Galias.
Tras la
toma de Málaga por los Reyes Católicos, Pedro Díaz de Toledo accede a la mitra
malacitana. Inició las obras de Santiago; adaptó la mezquita y la consagró como
primer templo. Se dedicó a Nuestra Señora de la Encarnación. Es el obispo más
relevante del siglo XV.
Nueve
prelados regentan la diócesis en el siglo XVI. El primero, Diego Ramírez de
Villaescusa de Haro. Erigió la Colegiata de Antequera. Protegió Málaga de las
incursiones de piratas y construyó de su pecunio la conocida como “Torre del
Rio”. Inició desde Málaga, ya muerta la reina Isabel, las directrices de
Cisneros para recuperar Jerusalén y los Santos lugares.
En el
XVII, Juan Alonso de Moscoso, fundó en Alcalá de Henares el Colegio de San
Ciriaco y Santa Paula para estudiantes malagueños y Fray Alonso de Santo Tomás,
uno de los grandes que gobernaron la diócesis. Fundó el convento de Santo
Domingo en el Perchel. Impulsó el templo de la Encarnación de Álora,
conjuntamente con su preceptor Fray Enríquez de Porres y Bartolomé Espejo y
Cisneros que concluyó la obra.
José
Molina Lario vino de Albarracín. Otro de los grandes. Trajo a Andrés de
Aldehuela, arquitecto del Acueducto de San Telmo, Puente de Ronda, camarín de
la Virgen de la Victoria de Málaga. Según Juan Temboury, probablemente, también
del de la Virgen de Flores de Álora.
El
beato Spínola y Juan Muñoz Herrera, antequerano, y único malagueño, son dos
figuras del XIX. Marcelo Spínola pasó a Sevilla, accedió a cardenal. En Málaga
dejó una estela de entrega al pueblo al que ayudó en la medida de sus
posibilidades para corregir injusticias seculares.
Juan
Muñoz Herrera nació en Antequera. Estudió en el Seminario Conciliar. Pasó por
diferentes diócesis y en Málaga realizó una gran labor social. Puso la primera
piedra del templo del Sagrado Corazón.
En el
siglo XX, destacan, san Manuel González, el “obispo de los Sagrarios
abandonados” (puede estar dicho todo) y el cardenal Ángel Herrera Oria, sin
lugar a duda el de mayor proyección social. Por motivos de espacio, tendrán
otro día más atención.
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