miércoles, 9 de abril de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Málaga...

 




Media mañana; el sol, alto. Me echo a andar por el Paseo Marítimo. Dejo atrás la Malagueta. Me encuentro con mi amigo Jaime, molemos un rato…

La plaza de Toros de Málaga recibió el nombre de la barriada de pescadores que vivía al otro lado del puerto. (Jaime me cuenta muchas cosas. No caben todas). Estaba, la zona, atravesada por el tren de Vélez, tren de vía estrecha. Subía hasta Zafarraya. El final, duro, recurría al tren de cremallera… La copla lo ridiculizó: “como el correo de Vélez / que cayendo cuatro gotas / se le mojan los papeles”.

¿El paseo?: Pablo Ruiz Picasso. El azul del mar, en todo su esplendor, pero… Siempre, un pero, han levantado una muralla de edificios horrenda. La especulación con el precio del suelo ha hecho que la parte del barrio que mira al Mediterráneo sea un bodrio urbanístico de tal calibre que, a uno, cuando está delante, el primer pensamiento que le asalta es el del asombro ante el disparate perpetrado. Solo dos edificios, el Palacio Miramar, hoy Hotel de lujo y el antiguo hospital, del 18 de Julio que alberga la Delegación del Gobierno conservan su belleza arquitectónica…

- Jaime, aquí eran las carreras de sirenas y delfines… Le señalo la Bahía.

Se sonríe.

- Y tú lo llevaste a un cuadro memorable…

Vuelve a sonreír.

Las olas vienen a dar en el rebalaje. Antaño, una salida de aguas fétidas hacia la Bahía. Actuaciones posteriores la convirtieron en lugar de recreo, en playa con proyección internacional y para festejar, en la Noche de San Juan, la quema del “Júa” o esas moragas de sardinas que llegan hasta las primeras luces del alba…

Málaga es luz, sol en invierno, la primavera rompe moldes y terral en verano, otoños de crepúsculos dorados y gaviotas en el parque (algo más que un parque: una joya de jardín botánico). Jazmines que no son flores sino biznagas…. “Más que una flor y menos que una estrella” dijo de ella el maestro Alcántara... Geranios en Navidad y rosas en enero...

Dicen las malas lenguas aquello de “madre para todos y madrasta para mí”. Hay más, es una ciudad de contrastes. No tiene un faro sino… una farola, grúas portuarias que son jirafas,  las barcas se llaman traíñas, que vendía pescado por la calle, cenachero y al que rompe moldes “merdellón” . Cuando él Málaga era un equipo “ascensor” en las promociones con el Granada, intercambiaba las patronas: la Victoria por las Angustias, se subía la Cuesta de la Reina en primera y la bajaba, en segunda porque jugaban como nunca pero perdíamos como siempre y cuando el balón no entraba entonces era: “Uuuuy”. Los churros son tejeringos y los chanquetes “espuma frita”. En calle Beatas vivían las mujeres sin tristeza y en calle Fresca, los curas…

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