Teatro Soho. Calle Córdoba, Málaga.
Noche de abril. Antes, desde media tarde llovía, mansamente, sobre la ciudad. A
ratos, salió el sol; la tarde preciosa. Noche de acontecimiento único; aforo completo.
El maestro Abel Moreno dentro de un programa
– catorce marchas – estrenó Lágrimas Malacitanas dedicada a la Virgen de
Lágrimas y Favores…
En Málaga, porque aquí somos
así, rebautizamos todo lo que es importante. El Cautivo, es el Señor de
la túnica blanca; su madre, “ la Trini, siempre detrás y, antes, mucha gente optaba por acompañar al hijo, por
promesa, por devoción, porque es así,… a ella como si se dejarla un poco en el
olvido que no lo era, pero lo parecía…
El Cristo de la Buena Muerte,
al que según el maestro Alcántara le pedimos para el final, “porque bien está
lo que bien termina” y del que esperamos que nos acoja su mano en ese momento
para el que no tenemos entrenamiento, porque no lo hemos hecho nunca y porque
muchos tragos son la vida y uno solo la muerte y todas esas cosas que el
maestro nos dejó para rezarle cara a cara, pues a Él, precisamente a Él, lo llamamos el Cristo de Mena…
La Virgen de Lágrimas y Favores
es una imagen relativamente nueva. Una dolorosa, de Dubé de Luque. Sustituyó a
otra, del XVIII destruida por un incendio en la capilla de la Exaltación, en 1982.
Se encuentra como titular en la Agrupación de Fusionadas y tiene su sede en la
parroquia de San Juan, en el centro de la ciudad. Para la gente de a pie…”la
de Antonio Banderas”.
Desde anoche, además, del
elenco de marchas procesionales que la acompañan en su recorrido por las calles
de esa ciudad que se deja acariciar por las brisas que vienen de la bahía, o
sea Málaga, será la marcha de Abel Moreno.
El maestro ha llevado el colorido
de la tierra a las notas del pentagrama y por si no tuviera bastante con la creatividad
de uno de los grandes compositores de España, ha añadido notas del Fandango
de Álora. Cuando terminó el acto le comenté:
- Maestro y a mí que se me
antoja que esta marcha tiene mucho de pasodoble…
Esbozó una sonrisa. A veces, no
hacen falta palabras. Dicen que todos los caminos llevan a Roma, a Dios también
se llega por muchos vericuetos, en este caso a través de unas notas sobre un
pentagrama que desgranó la pieza, dirigida por el propio Abel Moreno
acompañando – sin batuta – todo el recorrido de la pieza…
El teatro, en pie, explotó,
aplaudió, gozó… asistió a algo que ya
tiene fecha propia, cuatro de abril, viernes, Lagrimas Malacitanas. Año
del Señor de 2025
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