martes, 8 de abril de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Caimanes

 


                                       Caimán en los Everglades (Florida)


Los Everglades (“eternos verdes claros”; o, también, “ciénagas eternas”) es una región natural de humedades tropicales. Ocupan el centro y el sur de la península de Florida. Comprenden una gran cuenca de drenaje donde el hombre ha tenido una incidencia decisiva para la transformación del paisaje. Es un ecosistema que no se encuentra en ningún otro lugar de nuestro planeta.

El primer mapa de los Everglades lo hicieron los españoles. Los cartógrafos le dieron el nombre de Laguna del Espíritu Santo y comprendía a la tierra que hay entre el Golfo de México y el Océano Atlántico que baña sus costas, por el Este. Le llamaron después Cañaveral de Florida y, ahora, se perpetúa en Cabo Cañaveral, nombre ‘familiar’ por los viajes espaciales de la NASA.

Algunos especialistas no lo consideran un pantano, en sí, sino como un arroyo de aguas dulces en continuo movimiento y de grandes dimensiones. La tierra anegada está cubierta por hierbas altas. Es el hábitat propicio para la vida de algunas especies de aves, anfibios, peces y sobre todo caimanes. El nombre lo debe a las tribus de los Mikasukis y Seminolas que habían emigrado de regiones colindantes. Posteriormente se mezclaron con otras tribus y con esclavos huidos de las plantaciones existentes más al norte (Carolina y Alabama).

Los inmigrantes que llegaron a aquella región vieron que había una gran cantidad de agua, una llanura inmensa y un clima apropiado. Reunía muchas condiciones para fomentar una agricultura altamente rentable. Fue el comienzo de las grandes plantaciones de caña de azúcar.

El primer objetivo era desecar aquellas tierras. El primer trabajo agrícola se inició en 1882. Los canales se construyeron durante la primera mitad del siglo XX y fue un estímulo muy importante para la economía del sur de La Florida; el desarrollo vino, inmediatamente después.

En 1947 el Congreso formó un Proyecto de control de inundaciones en el centro y el sur de la Península. Abarcaba una zona de desecación con más de dos mil trescientos kilómetros de canales, diques y mecanismo de control del agua.

El agua reconducida se llevó a las ciudades. Fomentó un crecimiento del área metropolitana de Miami. Parte de aquellas lagunas eran tierras de cultivos. La caña de azúcar (humedad y clima) encontraban el lugar idóneo para una explotación que, además, propiciaba rentabilidades considerables. Un cincuenta por ciento para terreno agrícola; el resto, para la expansión y crecimiento urbano.

Marismas y praderas, agua abundante, temperaturas apropiadas, mano del hombre…




 

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