miércoles, 16 de abril de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tienen que hacérselo mirar

 



                                    

Martes Santo. Tarde de primavera. Nubes, sol, viento… Puede pasar cualquier cosa; siempre ocurre lo que no se desea. Un puñado de cofradías a punto de salir a la calle.

Dice el aforismo: “in dubio, pro reo”. Tendría que imprimirse con letras de fuego en todas las puertas de las Casas de Hermandad.  Ante cualquier atisbo de duda, no se sale. Fuera calentones, fuera decisiones con los ojos cerrados “porque yo creía”, “porque nos habían dicho…”  “porque…” bla, bla, bla.

Las cofradías tienen que velar - están obligadas - por el patrimonio humano que cobijan: hombres de trono, nazarenos, niños, bandas de música, los que llevan el estandarte y otros enseres como pueden ser desde la Cruz Guía o el que enciende, con una caña larga, desde el suelo la candelería… En segundo lugar, la seguridad (esos que no se suelen ver) y velan por todos: pienso en el policía con un uniforme o sin él, empapado horas y horas, sanitarios y auxiliares y así …más y más. En tercer lugar, su patrimonio artístico. Tallas únicas, enseres y eso que se acumula a través de los años y que tiene algo que no se ve: se llama pátina del tiempo.

El Rocío estaba en la Tribuna de los Pobres; el Nazareno de los pasos en el Monte Calvario en el Pasillo de Santa Isabel…. Se presenta el chaparrón. Los de las sillas huyen a buscar donde guarecerse. Normal. Habían ido a ver el espectáculo.  No lo había. Hasta ahí, vale. Pero y ¿los de la Tribuna?. Yo pensaba que están allí por lo que representan y por solidaridad con los que van pasando ante ellos. Hoy desfilas tú, te arropo, yo; mañana mi cofradía está en al calle y tú estás ahí para darme el calor humano que tanto me gusta… ¡Qué va! pusieron pies en polvorosa. Luego, algunos regresaron y cuando pasó el trono del Cristo, bajo plástico,  había – a las fotos tomadas desde la tv me remito – algunos puestos ocupados.

Un informe de la Universidad de Málaga haba de montantes económicos que marean. Casi cuarenta millones de presupuesto en las cofradías; casi cuatrocientos, de repercusión económica en la ciudad. ¡Ah!  Casi, el cuarenta por ciento de las cofradías no han contestado a lo requerido por la Universidad. ¿Por qué?  Antonio Banderas ha dicho que además de terciopelos y oros hay que añadir la “S” de solidaridad. Muchas lo hacen… Otras, y otros, tienen que hacérselo mirar…

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